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\ Ano!, Núm.21. PRECIOS OE LA SUSCRICI8N. Un peso mensual en la Habana Y 19 RS. FUERTES EN EL INTERIOR. REDACCION. OAL.LE DEL AGUACATE, NUM 58, á donde se dirigirán las comunicaciones y reclamaciones. Este periódicollevará siempre un grabado en el frontispicio y publicará en cada numero una magnífica lámina litografiada representando cuadros de costumbres, escenas de interés local, caricaturas históricas, ó historias en caricatura, figurones, figurines y cuanto para agradaral público pueda imaginar el hábil artista encargado de esta tarea. También cuando el asunto lo requiera se intercalarán en el texto preciosas viñetas que contribuirán á amenizar la lectura, y por último, cuadros al óleo y estatuar de mármol dariamos también por nuestro gusto si la pintura y la piedra se estilaran en esta clase de publicaciones y el papel pudiera soportarlas. DOMINGO 3 DE ENERO DE 1858. Núm. suelto, 3 rs. fs. ESTE PERIODICO SE PUBLICA j TODOS LOS DOMINGOS i CON GRABADOS I í La administración está en la misma casa DK LA REDACCION. Puntos d© suscricion. Un la Habana.—Dulceria La Dominica. Imprenta de M. Soler, calle de la Muralla núm. 82. Libreria deCbarlain, calle del Obispo: El Telescopio, calle del Obispo: Librería del Iris, calle del Obispo: Tienda de ropas: El paseo, calle de Aguiar: Gasa de baños de D.A. P. Castilla, calle del Inquisidor núm. 26, yen la Redacción, calle del Aguacate numero 58. Estramuros.—Dulceria del Teatro de Tacón: y en la Imprenta de la viuda ó hijos de Barcina, Reina 6. ♦ PERIODICO LITERARIO, JOCO-SERIO Y CASI SENTIMENTAL muy pródigo de bromas pero no posadas, y do cuentos, pero no de chismes, muy abundante de sátiras, CARICATURAS Y OTRAS COSAS CAPACES CE ARRANCAR LACRIMAS A USIA VIDRIERA, DIRIGIDO POR D. J. M. VILLERGAS, SOLFEO MATEMATICO, 1. Dáse el nombre de números primos y también el de simples á los que solo pueden dividirse por sí mismos y por la unidad. Vean ustedes como en determinadas épocas los hombres llenan las condiciones de ios espresados números, pues no hace mucho que los especuladores que parecían mas compuestos se a-creditaror. á un tiempo de simples y de primos, si bien es cierto que estas dos cualidades son tan correlativas entre los hombres que la una puede mirarse como indispensable corolario de la otra; es decir, que todo el que es simple ha de parar en primo, y todo primo es un verdadero simple. 2. Los números pueden dividirse también en pares y nones, y llamamos pares á los que cuentan el dos en el número de sus factores, ó lo que es lo mismo, á los que se pueden dividir en dos porciones i-dénticas, bien al contrario de los huesos del cuerpo humano, que solo son divisibles en dos mitades semejantes cuando son impares 6 nones, como lo demostraríamos si esta fuese lección de anatomía, que no lo es, y por consiguiente, volvemos á nuestro solfeo matemático. 3. Hay reglas para conocer cuando un número cualquiera, por grande que sea, se puede dividir por dos, por tres, por cinco, por siete y, en general, por todos los primos, que hacen gran papel en las operaciones de división, y sin duda por esta causa los primos son los que mas han contribuido siempre á dividir los ánimos en las operaciones mercantiles. Pero cuando se trata de los llamados números dígitos, quizás porque se pueden contar con el ausilio de los dedos de las manos, no son necesarias las reglas. Basta fiar á la memoria la consideración de que el 2, el 4, el G y el 8 son números pares porque se pueden dividir por dos, y los demas nones, porque no llenan el mismo requisito, Sin embargo, la empresa del gran teatro ha tenido buen cuidado de advertir que el uno, el trés y el cinco son nones, y que no deben confundirse con los pares; que el dos, el cuatro y el seis, son pares no debiendo equivocarse con los nones, y esto prueba la necesidad qüe hay de adicionar la aritmética demostrando que los nones no pueden ser pares, ni los pares nones; pero demostrándolo de modo que se pueda poner al alcance de todos los abonados habidos y por haber. 4. Hay en la poesía una composición llamada en su origen espinela, por haberla inventado un tal Espinel, y á la cual se aplicó mas tarde la denominación ordinal décima por constar de diez versos. Pero de poco tiempo á esta parte los números ordinales no deben corresponder paralelamente á los cardinales, puesto que en estos últimos dias casi todos ios periódicos han insertado unas estrofas de diez versos, alusivas á lina festividad de Corral—Falso, y aunque dichas estrofas constaban de diez versos, llevaban el e-pígrafe de ‘'décimas, undécimas y duodécimas.” Esto nos hace recordar que nuestro pueblo suele dar á las figuras sota, caballo y rey de la baraja, en ciertos juegos, el valor de diez indistintamente, aunque en la numeración de las cartas la'sota lleva el diez, el caballo el once y el rey el doce. Ahora bien, el valor convencional de dichas cartas y el encabezamiento de las poesías de Corral—Falso demuestran que el once y el doce no tienen mas que diez unidades, ó que el diez, el once y el doce son equivalentes, descubrimiento llamado á obrar una inmensa revolución en las ciencias exactas. 5. Todos los matemáticos han convenido hasta hoy en que las cantidades negativas son menores que cero y de consiguiente mucho menores que las cantidades positivas. Como algunos de nuestros lectores pueden no estar al corriente del tecnicismo algebráico, les diremos que el que tiene veinte pesos ó veinte mil y no debe nada, tiene la cantidad posidva de veinte ó de veinte mil pesos. Pero si no sok> no tiene nada sino que debe los mismos veinte ó veinte mil pesos, entonce.0, algebráicamente hablando, decimos que el tal sugeto tiene menos veinte 6 menos veinte mil pesos, ó lo que es igual, que posee la cantidad negativa de los veinte pesos ó de los veinte mil. Esto supuesto, no solo la ciencia sino la sana razón de nuestros lectores convendrá en que las cantidades positivas representan un valor superior al de las negativas, pues en eíecfo,mas vale poseer una onza que deberla; pero aunque esto parece una verdad tan evidente, no falta quien la ponga en tela de juicio y si no, véase nuestro apreciable colega el Diario de la Marina que en su artículo editorial del dia 24 de diciembre comenzaba diciendo: “Se ha querido po- | ner en duda (no quizá sin sus puntas ó ribetes de a-! gudeza,) quien ocupa de hecho una posición mas ventajosa, si el hombre que poseyese un capital re-| guiar y bien saneado ó quien por el contrario se mi-I ra en descubierto por sus negocios hasta el punto de deber sumas dos ó tres veces mayores.” Esta idea es tan nueva para nosotros que nunca hubiéramos creído verla enunciada seriamente, ni mucho menos en letras de molde, Pero puesto que hay quien la consigna con todas las apariencias de formalidad en un artículo grave y sesudo, ya no nos fiamos de las demostraciones científicas en este punto; necesitamos pruebas á posteriori pa;a ratificar nuestras antiguas convicciones, y para ello preguntaremos á los que tienen algo y no deben nada, si les seria mas agradable no tener nada y deber dos ó tres veces mas de lo que tienen, á ver si alguno contesta afirmativamente, lo que no es de esperar. Después nos dirijiremos á los que deben dos ó tres veces mas de lo que tienen, preguntándoles si cambiarían voluntariamente su situación pecuniaria por la del que disfruta un capital regular y bien saneado, para ver si hallamos algún ente tan original que nos responda negativamente, y en el caso fenomenal ie encontrar uno que teniendo algo quiera deber mas de lo que tiene, y otro que debiendo mucho se crea en mejor posición que si nada debiera y poseyese mas de lo que debe, pondremos en duda cuanto hasta la presente se ha dicho acerca de las cantidades positivas y negativas. Diremos que para que pueda pasar por axioma la proposición de que las primeras son mayores y las segundas menores que cero, falta el apoyo de lo que se llama común sentir de los hombres; diremos mas, y es que, en el concepto de algunas personas, las cantidades negativas valen mas que las positivas y viceversa, lo que daría completrmente al traste con las tan cacareadas verdades de las que tan impropiamente se han llamado hasta aqui ciencias exactas. 6. Si no temiéramos incurrir en la nota de machacones diríamos algo de las cuestiones indeterminadas, denominación que, si no estamos trascordados, se a-plica á todas aquellas en que hay mas incógnitas que ecuaciones, y que por lo mismo dan diferentes valores para las incógnitas. Sin embargo, parece que algunas empresas de espectáculos tienen sobrada afición á estas cuestiones puesto que, en lugar de manifestar en los carteles los precios de todas las localidades se contentan con poner al pie de dichos anuncios esta lacónica información “Precios, los de costumbre:” de modo que el matemático que ignora completamente el valor numérico de la incógnita costumbre, carece absolutamente de los datos necesarios para resolver la cuestión, y como, ademas, las costumbres son tan variables en este mundo, tenemos por imposible señalar aproximadamente los valores que pudieran responder á un problema donde no hay ecuación ninguna, pero que en cambio presenta otras tantas in-
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Title | Page 1 |
Object ID | chc9998000152 |
Digital ID | chc99980001520001001 |
Full Text | \ Ano!, Núm.21. PRECIOS OE LA SUSCRICI8N. Un peso mensual en la Habana Y 19 RS. FUERTES EN EL INTERIOR. REDACCION. OAL.LE DEL AGUACATE, NUM 58, á donde se dirigirán las comunicaciones y reclamaciones. Este periódicollevará siempre un grabado en el frontispicio y publicará en cada numero una magnífica lámina litografiada representando cuadros de costumbres, escenas de interés local, caricaturas históricas, ó historias en caricatura, figurones, figurines y cuanto para agradaral público pueda imaginar el hábil artista encargado de esta tarea. También cuando el asunto lo requiera se intercalarán en el texto preciosas viñetas que contribuirán á amenizar la lectura, y por último, cuadros al óleo y estatuar de mármol dariamos también por nuestro gusto si la pintura y la piedra se estilaran en esta clase de publicaciones y el papel pudiera soportarlas. DOMINGO 3 DE ENERO DE 1858. Núm. suelto, 3 rs. fs. ESTE PERIODICO SE PUBLICA j TODOS LOS DOMINGOS i CON GRABADOS I í La administración está en la misma casa DK LA REDACCION. Puntos d© suscricion. Un la Habana.—Dulceria La Dominica. Imprenta de M. Soler, calle de la Muralla núm. 82. Libreria deCbarlain, calle del Obispo: El Telescopio, calle del Obispo: Librería del Iris, calle del Obispo: Tienda de ropas: El paseo, calle de Aguiar: Gasa de baños de D.A. P. Castilla, calle del Inquisidor núm. 26, yen la Redacción, calle del Aguacate numero 58. Estramuros.—Dulceria del Teatro de Tacón: y en la Imprenta de la viuda ó hijos de Barcina, Reina 6. ♦ PERIODICO LITERARIO, JOCO-SERIO Y CASI SENTIMENTAL muy pródigo de bromas pero no posadas, y do cuentos, pero no de chismes, muy abundante de sátiras, CARICATURAS Y OTRAS COSAS CAPACES CE ARRANCAR LACRIMAS A USIA VIDRIERA, DIRIGIDO POR D. J. M. VILLERGAS, SOLFEO MATEMATICO, 1. Dáse el nombre de números primos y también el de simples á los que solo pueden dividirse por sí mismos y por la unidad. Vean ustedes como en determinadas épocas los hombres llenan las condiciones de ios espresados números, pues no hace mucho que los especuladores que parecían mas compuestos se a-creditaror. á un tiempo de simples y de primos, si bien es cierto que estas dos cualidades son tan correlativas entre los hombres que la una puede mirarse como indispensable corolario de la otra; es decir, que todo el que es simple ha de parar en primo, y todo primo es un verdadero simple. 2. Los números pueden dividirse también en pares y nones, y llamamos pares á los que cuentan el dos en el número de sus factores, ó lo que es lo mismo, á los que se pueden dividir en dos porciones i-dénticas, bien al contrario de los huesos del cuerpo humano, que solo son divisibles en dos mitades semejantes cuando son impares 6 nones, como lo demostraríamos si esta fuese lección de anatomía, que no lo es, y por consiguiente, volvemos á nuestro solfeo matemático. 3. Hay reglas para conocer cuando un número cualquiera, por grande que sea, se puede dividir por dos, por tres, por cinco, por siete y, en general, por todos los primos, que hacen gran papel en las operaciones de división, y sin duda por esta causa los primos son los que mas han contribuido siempre á dividir los ánimos en las operaciones mercantiles. Pero cuando se trata de los llamados números dígitos, quizás porque se pueden contar con el ausilio de los dedos de las manos, no son necesarias las reglas. Basta fiar á la memoria la consideración de que el 2, el 4, el G y el 8 son números pares porque se pueden dividir por dos, y los demas nones, porque no llenan el mismo requisito, Sin embargo, la empresa del gran teatro ha tenido buen cuidado de advertir que el uno, el trés y el cinco son nones, y que no deben confundirse con los pares; que el dos, el cuatro y el seis, son pares no debiendo equivocarse con los nones, y esto prueba la necesidad qüe hay de adicionar la aritmética demostrando que los nones no pueden ser pares, ni los pares nones; pero demostrándolo de modo que se pueda poner al alcance de todos los abonados habidos y por haber. 4. Hay en la poesía una composición llamada en su origen espinela, por haberla inventado un tal Espinel, y á la cual se aplicó mas tarde la denominación ordinal décima por constar de diez versos. Pero de poco tiempo á esta parte los números ordinales no deben corresponder paralelamente á los cardinales, puesto que en estos últimos dias casi todos ios periódicos han insertado unas estrofas de diez versos, alusivas á lina festividad de Corral—Falso, y aunque dichas estrofas constaban de diez versos, llevaban el e-pígrafe de ‘'décimas, undécimas y duodécimas.” Esto nos hace recordar que nuestro pueblo suele dar á las figuras sota, caballo y rey de la baraja, en ciertos juegos, el valor de diez indistintamente, aunque en la numeración de las cartas la'sota lleva el diez, el caballo el once y el rey el doce. Ahora bien, el valor convencional de dichas cartas y el encabezamiento de las poesías de Corral—Falso demuestran que el once y el doce no tienen mas que diez unidades, ó que el diez, el once y el doce son equivalentes, descubrimiento llamado á obrar una inmensa revolución en las ciencias exactas. 5. Todos los matemáticos han convenido hasta hoy en que las cantidades negativas son menores que cero y de consiguiente mucho menores que las cantidades positivas. Como algunos de nuestros lectores pueden no estar al corriente del tecnicismo algebráico, les diremos que el que tiene veinte pesos ó veinte mil y no debe nada, tiene la cantidad posidva de veinte ó de veinte mil pesos. Pero si no sok> no tiene nada sino que debe los mismos veinte ó veinte mil pesos, entonce.0, algebráicamente hablando, decimos que el tal sugeto tiene menos veinte 6 menos veinte mil pesos, ó lo que es igual, que posee la cantidad negativa de los veinte pesos ó de los veinte mil. Esto supuesto, no solo la ciencia sino la sana razón de nuestros lectores convendrá en que las cantidades positivas representan un valor superior al de las negativas, pues en eíecfo,mas vale poseer una onza que deberla; pero aunque esto parece una verdad tan evidente, no falta quien la ponga en tela de juicio y si no, véase nuestro apreciable colega el Diario de la Marina que en su artículo editorial del dia 24 de diciembre comenzaba diciendo: “Se ha querido po- | ner en duda (no quizá sin sus puntas ó ribetes de a-! gudeza,) quien ocupa de hecho una posición mas ventajosa, si el hombre que poseyese un capital re-| guiar y bien saneado ó quien por el contrario se mi-I ra en descubierto por sus negocios hasta el punto de deber sumas dos ó tres veces mayores.” Esta idea es tan nueva para nosotros que nunca hubiéramos creído verla enunciada seriamente, ni mucho menos en letras de molde, Pero puesto que hay quien la consigna con todas las apariencias de formalidad en un artículo grave y sesudo, ya no nos fiamos de las demostraciones científicas en este punto; necesitamos pruebas á posteriori pa;a ratificar nuestras antiguas convicciones, y para ello preguntaremos á los que tienen algo y no deben nada, si les seria mas agradable no tener nada y deber dos ó tres veces mas de lo que tienen, á ver si alguno contesta afirmativamente, lo que no es de esperar. Después nos dirijiremos á los que deben dos ó tres veces mas de lo que tienen, preguntándoles si cambiarían voluntariamente su situación pecuniaria por la del que disfruta un capital regular y bien saneado, para ver si hallamos algún ente tan original que nos responda negativamente, y en el caso fenomenal ie encontrar uno que teniendo algo quiera deber mas de lo que tiene, y otro que debiendo mucho se crea en mejor posición que si nada debiera y poseyese mas de lo que debe, pondremos en duda cuanto hasta la presente se ha dicho acerca de las cantidades positivas y negativas. Diremos que para que pueda pasar por axioma la proposición de que las primeras son mayores y las segundas menores que cero, falta el apoyo de lo que se llama común sentir de los hombres; diremos mas, y es que, en el concepto de algunas personas, las cantidades negativas valen mas que las positivas y viceversa, lo que daría completrmente al traste con las tan cacareadas verdades de las que tan impropiamente se han llamado hasta aqui ciencias exactas. 6. Si no temiéramos incurrir en la nota de machacones diríamos algo de las cuestiones indeterminadas, denominación que, si no estamos trascordados, se a-plica á todas aquellas en que hay mas incógnitas que ecuaciones, y que por lo mismo dan diferentes valores para las incógnitas. Sin embargo, parece que algunas empresas de espectáculos tienen sobrada afición á estas cuestiones puesto que, en lugar de manifestar en los carteles los precios de todas las localidades se contentan con poner al pie de dichos anuncios esta lacónica información “Precios, los de costumbre:” de modo que el matemático que ignora completamente el valor numérico de la incógnita costumbre, carece absolutamente de los datos necesarios para resolver la cuestión, y como, ademas, las costumbres son tan variables en este mundo, tenemos por imposible señalar aproximadamente los valores que pudieran responder á un problema donde no hay ecuación ninguna, pero que en cambio presenta otras tantas in- |
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