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AÑO V. Domingo 1.° de Mayo de 1864. NUM. 31. ESTE PERIÓDICO HK PUBLICA LOS DOMINGOS. SUSCK1CI0N. U PESO AL MESEN LA HABANA j 10 rs. rtes. EN KL INTKKIOR franco de porte. K.L NÜMKUO SUELTO SI VKfíMS á 3 rs. ftes. L.A REDACCIÓN calle del sol NUMERO ¡¡952 A donde SR DIRIGIRÁN TUDAS LAS COMUNICACIONES y reclamaciones. LA ADMINISTRACIÓN está EN LA MISMA CASA DE LA llcdaccion. ei unm num «-©.«-$»— PERIÓDICO SáTIRICG, ECONÓMICO Y LITERARIO DIRIGIDO FOR J. M. VILLERGAS. AUTÓGRAFOS, cíoso me pare- i ce decir que a tengo afición á i los documentos I escritos por 1 personas nota- 1 bles, con tal que fe esas personas 2 no sean notables en mal sentido, y lo siento, porque mas de cuatro veces me habrán dado gato por liebre los especuladores de mal género. He visto billetes de banco falsificados, y esto lo comprendo, aunque lo deploro; pero he visto falsificados hasta los billetes de entrada para algunos espectáculos, y, como si esto no fuera bastante inverosímil, he visto monedas de cobre falsificadas, que es á cuanto puede llegar el espíritu industrial de los hombres que están reñidos con la sociedad y con sus propios intereses. Porque, vamos á ver: suponiendo que los falsificadores logren hacer pasar algunos millares de monedas antes de caer en el garlito, ¿qué utilidad se prometerían los que hicieron piezas de dos cuartos falsas para arrostrar el peligro que consigo llera toda industria prohi bida? Yo los tendré por muy afortunados si llegaron á realizar veinte 6 treinta pesos, y cuando por sumas tan despreciables hay quien corra el riesgo de ir á presidio, todo lo demás se comprende. Esto no es decir que no me parezcan insensatos también los que hacen operaciones en grande escala, puesto que, no solo se esponen á perder moralmente mucho mas de lo que en metálico buscan, sino que acaban siempre quedándose sin el santo ysin la limosna, según lo prueba la estadística criminal del mundo entero. Tarde ó temprano, todo el que la hace la paga, y por locos tengo á los que no calculan que,al poner una firma falsa, lo que mas de seguro han hecho es firmar su sentencia de presidio para un plazo mas ó menos breve, mas ó menos largo; pero, en fin, esto no impide que me asalten constantes recelos en el particular, cuando, como dicho llevo, he visto falsificadas hasta las piezas dedos cuartos. Ahora bien, si hay quien tenga valor para falsificar el papel moneda y la moneda propiamente dicha, siendo en estos casos tan fácil distinguir lo verdadero de lo falso, ¿qué sucederá con los autógrafos, cuando es lo probable que el que los compra no haya visto nunca la letra de las personas notables cuyos escritos solícita? Hé aquí lo que se me ha ocurrido mas de cuatro veces al asistir á la venta de autógrafos, sobretodo en Paris, donde esas ventas ocurren muy á menudo, y recuerdo, á propósito de esto, una cosa que merece contarse. Habia yo visto anunciada la colección de autógrafos del barón Bremont en 1853 y quise ir á verla; pero, de paso, teniendo aquel dia convidados, se me antojó llegarme á una tienda de vinos para encargar algunas botellas de Jerez, Málaga &. —El Jerez, dijo la vinatera, se lo pueden llevar á V. ahora mismo; pero el Málaga no estará hecho hasta dentro de una-hora. ¿Cómo que no está hecho? pregun- se hace en > ¿ té candidamente; pues qué Paris el vino de Málaga? —¡Toma! contestó la mujer, aquí se hacen todos los vinos del mundo. Pues qué, ¿le parece á V. que el Jerez, el Oporto, el Madera y el mismo Champaña, que se consumen en todo el mundo, son vinos legítimos? Lo que hay es que yo acabo de hablarle á V. con franqueza y en otras tiendas no harán lo mismo; pero, por el Málaga que yo puedo mandarle á V. dentro de una hora, y que solo le costará á razón de tres francos la botella, puede que le llevaran en otra parte doble ó triple, no siendo este último mas legitimo ni mas añejo que el que ahora están haciendo mis operarios. Quédeme al oir esto como quien vé visiones, y en lugar de seguir mi paseo basta la casa de los autógrafos, me volví á la mia, después de haber encargado •jgpfcm-'»»
Object Description
Title | El moro muza, Año 5, Num. 31-35, Mayo de 1864 |
Variant Title | El moro muza. Periódico satirico, economico y literario, dirigido por J. M. Villergas |
Subject |
Cuban periodicals Cuban literature -- 19th Century -- Periodicals Cuban wit and humor, Pictorial -- Periodicals |
Genre | Periodicals |
Publication Date | 1864-05 |
Publication Place | Havana (Cuba) |
Coverage Temporal | 1860-1869 |
Coverage Spatial | Havana (Cuba) |
Physical Description | v. : ill. ; 35-39 cm |
Language | spa |
Repository | University of Miami. Library. Cuban Heritage Collection |
Collection Title | CHC Periodicals |
Collection No. | CHC9998 |
Call Number | Periodicals a.5:1-44 (Oct 4 1863-Jul 31 1864) |
OCLC No. | 47782860 |
Rights | This material is in the public domain in the United States. For additional information, please visit: http://merrick.library.miami.edu/digitalprojects/copyright.html |
Standardized Rights Statement | http://rightsstatements.org/vocab/NoC-US/1.0/ |
Object ID | chc9998000186 |
Type | Text |
Format | image/tiff |
Description
Title | Page 1 |
Object ID | chc9998000186 |
Digital ID | chc99980001860001001 |
Full Text | AÑO V. Domingo 1.° de Mayo de 1864. NUM. 31. ESTE PERIÓDICO HK PUBLICA LOS DOMINGOS. SUSCK1CI0N. U PESO AL MESEN LA HABANA j 10 rs. rtes. EN KL INTKKIOR franco de porte. K.L NÜMKUO SUELTO SI VKfíMS á 3 rs. ftes. L.A REDACCIÓN calle del sol NUMERO ¡¡952 A donde SR DIRIGIRÁN TUDAS LAS COMUNICACIONES y reclamaciones. LA ADMINISTRACIÓN está EN LA MISMA CASA DE LA llcdaccion. ei unm num «-©.«-$»— PERIÓDICO SáTIRICG, ECONÓMICO Y LITERARIO DIRIGIDO FOR J. M. VILLERGAS. AUTÓGRAFOS, cíoso me pare- i ce decir que a tengo afición á i los documentos I escritos por 1 personas nota- 1 bles, con tal que fe esas personas 2 no sean notables en mal sentido, y lo siento, porque mas de cuatro veces me habrán dado gato por liebre los especuladores de mal género. He visto billetes de banco falsificados, y esto lo comprendo, aunque lo deploro; pero he visto falsificados hasta los billetes de entrada para algunos espectáculos, y, como si esto no fuera bastante inverosímil, he visto monedas de cobre falsificadas, que es á cuanto puede llegar el espíritu industrial de los hombres que están reñidos con la sociedad y con sus propios intereses. Porque, vamos á ver: suponiendo que los falsificadores logren hacer pasar algunos millares de monedas antes de caer en el garlito, ¿qué utilidad se prometerían los que hicieron piezas de dos cuartos falsas para arrostrar el peligro que consigo llera toda industria prohi bida? Yo los tendré por muy afortunados si llegaron á realizar veinte 6 treinta pesos, y cuando por sumas tan despreciables hay quien corra el riesgo de ir á presidio, todo lo demás se comprende. Esto no es decir que no me parezcan insensatos también los que hacen operaciones en grande escala, puesto que, no solo se esponen á perder moralmente mucho mas de lo que en metálico buscan, sino que acaban siempre quedándose sin el santo ysin la limosna, según lo prueba la estadística criminal del mundo entero. Tarde ó temprano, todo el que la hace la paga, y por locos tengo á los que no calculan que,al poner una firma falsa, lo que mas de seguro han hecho es firmar su sentencia de presidio para un plazo mas ó menos breve, mas ó menos largo; pero, en fin, esto no impide que me asalten constantes recelos en el particular, cuando, como dicho llevo, he visto falsificadas hasta las piezas dedos cuartos. Ahora bien, si hay quien tenga valor para falsificar el papel moneda y la moneda propiamente dicha, siendo en estos casos tan fácil distinguir lo verdadero de lo falso, ¿qué sucederá con los autógrafos, cuando es lo probable que el que los compra no haya visto nunca la letra de las personas notables cuyos escritos solícita? Hé aquí lo que se me ha ocurrido mas de cuatro veces al asistir á la venta de autógrafos, sobretodo en Paris, donde esas ventas ocurren muy á menudo, y recuerdo, á propósito de esto, una cosa que merece contarse. Habia yo visto anunciada la colección de autógrafos del barón Bremont en 1853 y quise ir á verla; pero, de paso, teniendo aquel dia convidados, se me antojó llegarme á una tienda de vinos para encargar algunas botellas de Jerez, Málaga &. —El Jerez, dijo la vinatera, se lo pueden llevar á V. ahora mismo; pero el Málaga no estará hecho hasta dentro de una-hora. ¿Cómo que no está hecho? pregun- se hace en > ¿ té candidamente; pues qué Paris el vino de Málaga? —¡Toma! contestó la mujer, aquí se hacen todos los vinos del mundo. Pues qué, ¿le parece á V. que el Jerez, el Oporto, el Madera y el mismo Champaña, que se consumen en todo el mundo, son vinos legítimos? Lo que hay es que yo acabo de hablarle á V. con franqueza y en otras tiendas no harán lo mismo; pero, por el Málaga que yo puedo mandarle á V. dentro de una hora, y que solo le costará á razón de tres francos la botella, puede que le llevaran en otra parte doble ó triple, no siendo este último mas legitimo ni mas añejo que el que ahora están haciendo mis operarios. Quédeme al oir esto como quien vé visiones, y en lugar de seguir mi paseo basta la casa de los autógrafos, me volví á la mia, después de haber encargado •jgpfcm-'»» |
Archive | chc99980001860001001.tif |
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