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la )le REDACCION Y ADMINISTRACION: Ov Reilly, 54, entre Habana y Gompostela. jSatífj co Y JTERARIO, DIBUJANTE CARICATURISTA:: Víctor P. de Landaiuze (D. Junípero.) PRECIOS DE STJSCRICION EN DA HABANA 18/2. ico y más ;rtifi- Año III. SUMARIO: TEXTO. — Menestra se ;n anal, por Juan Palomo.—Las tres caras, por Juan Perez.—¿Sirvo? por Juan de Austria.—En el 2. ° aniversario de Gonzalo Castañon (poesía), por Saturnino Martínez.—Cuentos de manigua: Las dos barajas: (continuación), por Juan Sin-Tierra.—Epístolas á Juan Palomo: de Nueva York, por John Bull; .de Madrid, por Manuel Hiraliez de Acosta.—Mr. Cox (poesía), por Juan de tas Pinas.—Cartas teatrales, por Juan Particular.—Sartenazos. CARICATURAS.—Por Don Junípero. Habana 4 de Febrero de 1872. PRECIOS DE STJSCRICION EN INTERIOR. Tres meses____$ 3-75 Seis meses....$ 7 ,, U n año..........$ 12-75! Num suelto_______$ ,, 30' Núm. 5. MENESTRA SEMANAL. umplidos van dos años desde que, á manos de traidores enemigos, vimos desaparecer de entre nosotros el ardiente adalid de la cáusa española, al inolvidable mártir Gonzalo Cas-tanon: dos años se han cumplido ya y no hemos visto aún amortiguarse en lo más mínimo el recuerdo del héroe. Aún se conserva tan vivo como el primer dia el intenso dolor que su pérdida nos produjo: aún se derraman lágrimas, y lágrimas muy ardientes, en el lugar donde reposan sus cenizas. Por eso al llegar la funesta fecha del 31 de enero, representantes de todas las clases del pueblo han acudido al Cementerio á oir con recogimiento la misa que en sufragio del alma de aquel honrado varón dispuso La Voz de Cuba, y á depositar coronas y flores en la lápida que cubre los despojos mortales que nos son tan queridos. Trascurrirán años y más años; desapareceremos nosotros y tras de nosotros vendrá una nueva generación, pero la memoria del mártir de Cayo-Hueso se trasmitirá de padres á hijos, porque los pueblos honrados no olvidan nunca los grandes sacrificios, y en los corazones leales se gravan de un modo indeleble los rasgos de abnegación y de heroísmo. Juan Palomo, que ha querido conmemorar el terrible aniversario del último dia de Enero, suspende aquí todas las reflexiones que se agolpan á su imaginación para dejar que salgan dulces y doloridos acentos de la armoniosa lira de un poeta, muy querido del público. El inspirado vate D. Saturnino Martínez nos ha favorecido con la preciosa composición poética, que en otro lugar insertamos, y nadie mejor que él sabe expresar la pena del pueblo leal que tiene en la memoria de Gonzalo Castanon su símbolo de unión, fraternidad y ardiente patriotismo. De ningún modo ha podido conmemorarse me- jor el aniversario de aquel funesto dia, en que perdimos al amigo inolvidable, al hermano cariñoso, que con la determinación noble y generosa del Casino Español de Matanzasraceptada unánimemente por todos los miembros de la Directiva, según tenemos entendido, de pedir gracia para los jóvenes que purgan en el presidio un momento de alucinación. Las almas grandes son las que saben perdonai; el vil rencor y el ensañamiento queda reservado para los espíritus mezquinos, para séres abyectos y degradados como nuestros enemigos. En la hidalga nación española no caben más que rasgos de nobleza: enseñemos á los traidores, que quieren hundir el puñal en el pecho de la Madre Pátria, como perdonan los pueblos que son grandes, y que en su grandeza llevan la magnanimidad, las ofensas que reciben. Juan Palomo se asocia de todo corazón al acuerdo del Casino para pedir el indulto de aquellos desgraciados jóvenes. Y recobro mi habitual lenguaje alegre, para hacerte ver, lector amabilísimo, lo que la gente laborante se figura que es un héroe. Un periódico filibustero me ofrece ocasión propicia para presentar el contraste, y la aprovecho. ¡Vaya si la aprovecho! Hasta ahora me habían dicho que era un héroe Jordán y héroe y medio Quesada, y hasta Reyes, el de Cayo Hueso, parece que es un badulaque con piel de héroe; pero ha tomado una forma tan distinta la heroicidad en cada uno de estos individuos, que yo me encontraba sin conocer el verdadero tipo. Es ciar-'; desde el insignificante barrito que sale en la barba del que empieza á ver que le apunta el I bozo, hasta el golondrino y el tumor de respeta-j bles dimensiones, hay una série considerable de j granos, que todos son granos, pero que cada uno ; tiene forma y nombre diferentes. A los individuos que he citado les ha salido en el cuerpo la heroicidad de tan diferentes modos, que yo me confundía. Pero ya no me confundo; Ya Revolución me ha ! sacado de dudas y me ha hecho conocer el héroe | hecho y derecho, mondo y lirondo, por detrás y I por delante. Entremos en explicaciones. Un periódico español dijo, relatando un hecho de armas, que los insurrectos se presentan desnudos. La Revolución, olvidando lo que debe á su sexo, ol oir esto abre cada ojo como una Puerta Otomana y grita en un acceso febril de entusiasmo: “Donde los hombres se presentan desnudos (i pelear), qué esperanza queda al enemigo? ¿No ha adquirido aún el convencimiento de lo imposible que es vencer, que es sofocar una revolución que ha exhibido tales muestras de heroísmo?” No me digas más, periódico adorable; no prosigas, que acabo ya de ver al héroe tal como es, tal como debe presentarse para ser reconocido por todos. No tiene usted más que quedarse en pelota y ya es usted un héroe. Por esa regla, que yo tengo por muy fija, debe haber más héroes de noche que de dia. Propongo una modificación en la toilette nocturna. En vez de gorro de dormir, pongámonos una corona de laurel. Yo la uso desde esta noche; pues en el mismo instante que me quedo en calzoncillos, me juzgo un medio héroe. ¡Vaya que sí! España, despierta! No malgastes tus esfuerzos en luchar con una gente que no te dá la cara, que esquiva el combate. pero que sabe llegar al heroísmo de golpe y porrazo y sin tener que darle ni un real al sastre. ¡Qué barato es eso; no tener que pagar ni un céntimo por las hechuras de un héroe! Ahora comprendo porque Adan, un hombre sólo ántes de tener que buscar el atavío del pámpano tradicional, no vio invadido su territorio por el extranjero. Está claro! si iba en cueros, quién se había de atrever con él? Gracias, muchas gracias debe la humanidad á La Revolución por el descubrimiento que acaba de hacer, estableciendo la debida separación entre el héroe y el ser racional. Pero aún queda un heroísmo mayor que practicar. Supongamos que se funda un pueblo todo de héroes. Cubita Libre, por ejemplo, si llegase á ser libre y á ser Cubita; entonces los verdaderos héroes de ese pueblo—héroes entre los héroes—serían los sastres, por vivir sin ganar una peseta. Concluyamos. Juan Palomo y todos los "Juanes que le rodean, felicitan á nuestra digna autoridad superior, el Excmo. Sr. Conde de Valmaseda en el dia de su santo. Y al dirigirle su respetuoso saludo, le desean que vea muy pronto satisfechos sus afanes, con la completa pacificación de este territorio. Juan Palomo. LAS TRES GARAS. Ya ustedes conocen á mi vecino don Fermín, y Tne dispensarán por lo tanto el gasto de una segunda presentación. Pero he de exhibir hoy algunas de sus extravagancias, y para que vayan ustedes haciéndose cargo de lo malicioso y entrometido que es el bueno de don Fermín, mi despiadado vecino. Figúrense ustedes que en su manía de adquirir cuantos datos, biografías y retratos de celebridades políticas ven sus ojos, compró por mucho más de lo que vale á Mr. Thiers de cuerpo entero, al mismo señor colocado en cierta plástica actitud, y, por variar, la cabeza del susodicho sujeto, que por
Object Description
Title | Juan Palomo, Año 3, Núm. 5-8, Febrero 1872 |
Translated Title | Juan Palomo, Year 3, Issue No. 5-8, February 1872 |
Variant Title | Juan Palomo, Semanario Satírico |
Contributor | Landaluze, Víctor Patricio de, 1828-1889 |
Note | Juan Palomo was illustrated by Cuban artist Victor P. de Landaluze. |
Subject | Cuban periodicals |
Genre | Periodicals |
Publication Date | 1872-02 |
Publication Place | Havana (Cuba) |
Coverage Temporal | 1860-1869; 1870-1879 |
Coverage Spatial | Havana (Cuba) |
Physical Description | 1 periodical; 31 pages |
Language | spa |
Repository | University of Miami. Library. Cuban Heritage Collection |
Collection Title | CHC Periodicals |
Collection No. | CHC9998 |
Call Number | AP63 .J83x v.3:1-52 (Jan-Dec 1872) |
OCLC No. | 437416713 |
Rights | This material is in the public domain in the United States. For additional information, please visit: http://merrick.library.miami.edu/digitalprojects/copyright.html |
Standardized Rights Statement | http://rightsstatements.org/vocab/NoC-US/1.0/ |
Object ID | chc9998000094 |
Type | Text |
Description
Title | Page 1 |
Object ID | chc9998000094 |
Digital ID | chc99980000940001001 |
Full Text | la )le REDACCION Y ADMINISTRACION: Ov Reilly, 54, entre Habana y Gompostela. jSatífj co Y JTERARIO, DIBUJANTE CARICATURISTA:: Víctor P. de Landaiuze (D. Junípero.) PRECIOS DE STJSCRICION EN DA HABANA 18/2. ico y más ;rtifi- Año III. SUMARIO: TEXTO. — Menestra se ;n anal, por Juan Palomo.—Las tres caras, por Juan Perez.—¿Sirvo? por Juan de Austria.—En el 2. ° aniversario de Gonzalo Castañon (poesía), por Saturnino Martínez.—Cuentos de manigua: Las dos barajas: (continuación), por Juan Sin-Tierra.—Epístolas á Juan Palomo: de Nueva York, por John Bull; .de Madrid, por Manuel Hiraliez de Acosta.—Mr. Cox (poesía), por Juan de tas Pinas.—Cartas teatrales, por Juan Particular.—Sartenazos. CARICATURAS.—Por Don Junípero. Habana 4 de Febrero de 1872. PRECIOS DE STJSCRICION EN INTERIOR. Tres meses____$ 3-75 Seis meses....$ 7 ,, U n año..........$ 12-75! Num suelto_______$ ,, 30' Núm. 5. MENESTRA SEMANAL. umplidos van dos años desde que, á manos de traidores enemigos, vimos desaparecer de entre nosotros el ardiente adalid de la cáusa española, al inolvidable mártir Gonzalo Cas-tanon: dos años se han cumplido ya y no hemos visto aún amortiguarse en lo más mínimo el recuerdo del héroe. Aún se conserva tan vivo como el primer dia el intenso dolor que su pérdida nos produjo: aún se derraman lágrimas, y lágrimas muy ardientes, en el lugar donde reposan sus cenizas. Por eso al llegar la funesta fecha del 31 de enero, representantes de todas las clases del pueblo han acudido al Cementerio á oir con recogimiento la misa que en sufragio del alma de aquel honrado varón dispuso La Voz de Cuba, y á depositar coronas y flores en la lápida que cubre los despojos mortales que nos son tan queridos. Trascurrirán años y más años; desapareceremos nosotros y tras de nosotros vendrá una nueva generación, pero la memoria del mártir de Cayo-Hueso se trasmitirá de padres á hijos, porque los pueblos honrados no olvidan nunca los grandes sacrificios, y en los corazones leales se gravan de un modo indeleble los rasgos de abnegación y de heroísmo. Juan Palomo, que ha querido conmemorar el terrible aniversario del último dia de Enero, suspende aquí todas las reflexiones que se agolpan á su imaginación para dejar que salgan dulces y doloridos acentos de la armoniosa lira de un poeta, muy querido del público. El inspirado vate D. Saturnino Martínez nos ha favorecido con la preciosa composición poética, que en otro lugar insertamos, y nadie mejor que él sabe expresar la pena del pueblo leal que tiene en la memoria de Gonzalo Castanon su símbolo de unión, fraternidad y ardiente patriotismo. De ningún modo ha podido conmemorarse me- jor el aniversario de aquel funesto dia, en que perdimos al amigo inolvidable, al hermano cariñoso, que con la determinación noble y generosa del Casino Español de Matanzasraceptada unánimemente por todos los miembros de la Directiva, según tenemos entendido, de pedir gracia para los jóvenes que purgan en el presidio un momento de alucinación. Las almas grandes son las que saben perdonai; el vil rencor y el ensañamiento queda reservado para los espíritus mezquinos, para séres abyectos y degradados como nuestros enemigos. En la hidalga nación española no caben más que rasgos de nobleza: enseñemos á los traidores, que quieren hundir el puñal en el pecho de la Madre Pátria, como perdonan los pueblos que son grandes, y que en su grandeza llevan la magnanimidad, las ofensas que reciben. Juan Palomo se asocia de todo corazón al acuerdo del Casino para pedir el indulto de aquellos desgraciados jóvenes. Y recobro mi habitual lenguaje alegre, para hacerte ver, lector amabilísimo, lo que la gente laborante se figura que es un héroe. Un periódico filibustero me ofrece ocasión propicia para presentar el contraste, y la aprovecho. ¡Vaya si la aprovecho! Hasta ahora me habían dicho que era un héroe Jordán y héroe y medio Quesada, y hasta Reyes, el de Cayo Hueso, parece que es un badulaque con piel de héroe; pero ha tomado una forma tan distinta la heroicidad en cada uno de estos individuos, que yo me encontraba sin conocer el verdadero tipo. Es ciar-'; desde el insignificante barrito que sale en la barba del que empieza á ver que le apunta el I bozo, hasta el golondrino y el tumor de respeta-j bles dimensiones, hay una série considerable de j granos, que todos son granos, pero que cada uno ; tiene forma y nombre diferentes. A los individuos que he citado les ha salido en el cuerpo la heroicidad de tan diferentes modos, que yo me confundía. Pero ya no me confundo; Ya Revolución me ha ! sacado de dudas y me ha hecho conocer el héroe | hecho y derecho, mondo y lirondo, por detrás y I por delante. Entremos en explicaciones. Un periódico español dijo, relatando un hecho de armas, que los insurrectos se presentan desnudos. La Revolución, olvidando lo que debe á su sexo, ol oir esto abre cada ojo como una Puerta Otomana y grita en un acceso febril de entusiasmo: “Donde los hombres se presentan desnudos (i pelear), qué esperanza queda al enemigo? ¿No ha adquirido aún el convencimiento de lo imposible que es vencer, que es sofocar una revolución que ha exhibido tales muestras de heroísmo?” No me digas más, periódico adorable; no prosigas, que acabo ya de ver al héroe tal como es, tal como debe presentarse para ser reconocido por todos. No tiene usted más que quedarse en pelota y ya es usted un héroe. Por esa regla, que yo tengo por muy fija, debe haber más héroes de noche que de dia. Propongo una modificación en la toilette nocturna. En vez de gorro de dormir, pongámonos una corona de laurel. Yo la uso desde esta noche; pues en el mismo instante que me quedo en calzoncillos, me juzgo un medio héroe. ¡Vaya que sí! España, despierta! No malgastes tus esfuerzos en luchar con una gente que no te dá la cara, que esquiva el combate. pero que sabe llegar al heroísmo de golpe y porrazo y sin tener que darle ni un real al sastre. ¡Qué barato es eso; no tener que pagar ni un céntimo por las hechuras de un héroe! Ahora comprendo porque Adan, un hombre sólo ántes de tener que buscar el atavío del pámpano tradicional, no vio invadido su territorio por el extranjero. Está claro! si iba en cueros, quién se había de atrever con él? Gracias, muchas gracias debe la humanidad á La Revolución por el descubrimiento que acaba de hacer, estableciendo la debida separación entre el héroe y el ser racional. Pero aún queda un heroísmo mayor que practicar. Supongamos que se funda un pueblo todo de héroes. Cubita Libre, por ejemplo, si llegase á ser libre y á ser Cubita; entonces los verdaderos héroes de ese pueblo—héroes entre los héroes—serían los sastres, por vivir sin ganar una peseta. Concluyamos. Juan Palomo y todos los "Juanes que le rodean, felicitan á nuestra digna autoridad superior, el Excmo. Sr. Conde de Valmaseda en el dia de su santo. Y al dirigirle su respetuoso saludo, le desean que vea muy pronto satisfechos sus afanes, con la completa pacificación de este territorio. Juan Palomo. LAS TRES GARAS. Ya ustedes conocen á mi vecino don Fermín, y Tne dispensarán por lo tanto el gasto de una segunda presentación. Pero he de exhibir hoy algunas de sus extravagancias, y para que vayan ustedes haciéndose cargo de lo malicioso y entrometido que es el bueno de don Fermín, mi despiadado vecino. Figúrense ustedes que en su manía de adquirir cuantos datos, biografías y retratos de celebridades políticas ven sus ojos, compró por mucho más de lo que vale á Mr. Thiers de cuerpo entero, al mismo señor colocado en cierta plástica actitud, y, por variar, la cabeza del susodicho sujeto, que por |
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