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REDACCION Y ADMINISTRACION: (PReilly, 54, entre Habana y Compostela. ATIRICO Y j_/ITERARIO. DIBUJANTE CARICATURISTA: Víctor P. de Landaluze (D. Junípero.) Año III. PRECIOS DE STJSCRICION EN DA HABANA Un mes......$ i ,, I Un año......$ 10 ,, Seis meses..$ 5—25 ( Núm. suelto... ,, 25 Habana 4 de Agosto de 1872. PRECIOS DE STJSCRICION EN INTERIOR. ¡ Tres meses____$ 3-75 I Seis meses....S 7 ,, j U n año. ........$ 12-75!! NJm suelto_______$ ,, 30!' Núm. 31. STJiVE^vrt "O: TE XTO,—Menestra semanal, por Juan Palomo.—Armonías políticas, pe* J uan Perez.—Frituras, por Juan de Juanes.— Úocetó á la pluma de Benit o Jir por Juan Cualquiera.—El aparecido, por Juan de A us-tria. —Epístolas á Juan Palomo: de Newport, por John Bull.—La Rué da de la fortuna, por Robustiana Arm’ño de Cuesta.—Cuentos de man ieutu El Chav: 'iLio, por Juan Sin-Tiema.—Una soirée en Marianao, por Juan Particular—Sartenazos—Geroglífico.—Bule n Bibliográfico. CA RI CKTU RAS. —Por Don Junípero. MENESTRA SEMANAL. cabo de convencerme de que la Hacienda española es una pelota que los partidos políticos se arrojan los unos á los otros y le dá al país en la frente. Con el golpe le salen al pobre país un chichón ó varios chi-chor es que toman la forma de contiibuciones que aumentan, deuda que crece, empréstaos que se multiplican, crédito que se estira, riqueza que se afloja y hambre que cunde. Y la pelota sigue rodando. Hace poco tiempo el Presidente del Consejo de Mimstros publicó un documento oficial explanando su programa de gobierno. Entre paréntesis: dicho documento es importantísimo por todos conceptos, aunque un periódico grrnú.e y poderoso de ésta tierra lo haya relegado • cuarto lugar, dar ci ?nta de él. posponiéndolo á tres, que ni emanan del poder constituido, m son otra co^a que escritos facciosos. ¡Qué tretas tienen los periódicos que son doctos en cuquerías! Cierro el paréntesis y prosigo. En dicho programa pintábase con negros colores el estado de la Hacienda y se tiraba la pelota á los otros partidos. Los conservadores acaban de dar su manifiesto, y uno de los cargos que en él hacen al gobierno actual es la gravísima situación de la Hacienda. ¿Pues por qué no la arreglaron ustedes? Aquí viene bien aquello de: “todos son muy caballeros, pero la capa no parece.” Y pelotazo aquí, pelotazo allá, vamos saliendo del compromiso, pero, ¿y el dia que no haya dinero para comprar la pelota? Actualmente está de moda manifestarse y retraerse. Cae del poder un partido, y sus hombres se pintan ojeras, se humedecen los ojos para hacer que lloran; alquilan un fagot para que de vez en cuando suelte notas graves que parezcan un OH!!! de admiración; á la campanilla de su laringe le dan el ascenso á campana, con objeto de hablar con voz campanuda; toman lecciones de un cómico para expresar el terror en el semblante, como lo expresa generalmente el primer galan al fin del segundo acto de casi todos los dramas terribles, y ya están en situación para dar el golpe. Puede ocurrir que al verlos de este modo les pregunten: —¿Quiénes son ustedes? —Los conservadores, (por ejemplo). —Y qué conservan ustedes? —Hombre, claro está! conservamos perpétua-mente las ganas de tener la sartén por el mango. Preparadas las personas como he dicho en el párrafo anterior, es llegado el instante de dar el manifiesto. ¡Cómo es posible que los pueblos tengan pan, ni que dijiera bien el recaudador de contribuciones, si no se dá un mamfiesto! Allá vá: “Nunca han sido heridos á un mismo tiempo tantos y tan sagrados intereses.” Ahora el fagot lanza una nota OH!!! y todo el mundo se conmueve. Algunos filántropos inician una suscricion para fundar un hospital donde se curen de sus heridas los intereses sagrados. Otros hacen hilas para restañar la sangre. Y los sagrados intereses, á pesar de sus heridas, no abren la boca para decir jesús! El fagot continúa, oh! oh!! OH!!! Sigue el manifiesto: “La sociedad se derrumba...—Otro golpe de fagot. Los filántropos buscan corpulentos troneos para apuntalarla. “Todo el mundo tiembla____.” —Vecino, ¿usted tiembla? —No, señor. —Pero, hombre, cómo no ha de temblar usted si lo dicen los jefes de partido? — Pues entónces sí que temblaré; pero no me habia enterado. “Todo el mundo teme....” —¿Qué teme usted, vecino? —Que mi mujer me dé dos de un parto, como me ña sucedido ya tres veces. —Bien dicen los jefes; todo el mundo tiene algo por qué temblar. “Nuestras ideas salvarían al país de la ruina: haríamos, esto, lo otro y lo de más allá.” —Gracias á Dios, ya encontramos quien nos haga felices! “Pero si alguna vez fuera lícito apelar al retraimiento, ésta es la ocasión.” Piporrazos del fagot. “Y nos retraemos: no queremos saber nada de la política: agur.” El fagot desafina. Los filántropos se miran cara á cara y se pasman como si se hubieran mojado una herida ó si hubieran bebido agua detrás del chocolate. —Ustedes creen que la pàtria está en peligro? exclaman. —Sí, señor. —¿Ustedes creen que sus ideas son las salvadoras? —Sí, señor. —Pues si ustedes creen eso, y sin embargo abandonan á la pàtria y la privan de su elocuente voz, y se meten en su casa, me parece que son unos. .. no quiero decir lo que me parece que son. El que no se retrae es Mr. Sickles. Más cojo que él podrá encontrarse alguno, pero más campechano, más terne y más enamorado de su empleo, ninguno. El ministro de los Estados Unidos fué á España con la expresa condición que le impuso su gobierno, de hacer renuncia en cuanto llegase. El decoro de nuestra nación así lo exigía. Llegó y visitó á éste, y al otro, y al de más allá. Paseó su pata coja por todo Madrid, y en éstas excursiones debió hacerse la reflexión siguiente: —Si teniendo buena paga cojeo, qué será estando cesante____? Y seducido por tan sólido razonamiento, determinó retirar voluntariamente la dimisión que habia presentado por la fuerza. Ahora bien: el gabinete de Washington, que tiene contraido un compromiso sobre éste punto con el de Madrid, ¿qué hará? Lo natural es que le diga al dimisionario: —Ahí sobra un cojo. Veremos si lo hace. Anuncia el telégrafo que el Gobierno someterá á las Cortes un proyecto para arreglar los asuntos firancieros de ésta Isla. Loado sea el Gobierno que con tanta preferencia se ocupa de cuestión tan interesante! Pero estoy viendo lo que vá á suceder. Se abrirá el Congreso, y el ministerio, con la mejor buena fé, presentará su obra. En seguida un republicano pedirá la palabra para quejarse ;!e que á su abuelo no lo dejaron votar con libertad los partidarios del candidato ministerial. Un carlista presentará una proposición para que se aumente el sueldo á los sorchantres. Y un alfonsista pronunciará un discurso de tres dias para probar que el niño, que es su adorado tormento, habla el aleman correctamente, y por lo tanto, nos conviene. Y en seguida se armará un tumulto, que será cáusa de que se suspenda la sesión. Y un diputado cualquiera interpelará al Gobierno por la subida de precio de los garbanzos. Y el gobierno pedirá tiempo para reflexionar. Y el arreglo de la Hacienda de Cuba dormirá, entre tanto, á pierna suelta, como otras veces ha sucedido.
Object Description
Title | Juan Palomo, Año 3, Núm. 31-34, Agosto 1872 |
Translated Title | Juan Palomo, Year 3, Issue No. 31-34, August 1872 |
Variant Title | Juan Palomo, Semanario Satírico |
Contributor | Landaluze, Víctor Patricio de, 1828-1889 |
Note | Juan Palomo was illustrated by Cuban artist Victor P. de Landaluze. |
Subject | Cuban periodicals |
Genre | Periodicals |
Publication Date | 1872-08 |
Publication Place | Havana (Cuba) |
Coverage Temporal | 1860-1869; 1870-1879 |
Coverage Spatial | Havana (Cuba) |
Physical Description | 1 periodical; 32 pages |
Language | spa |
Repository | University of Miami. Library. Cuban Heritage Collection |
Collection Title | CHC Periodicals |
Collection No. | CHC9998 |
Call Number | AP63 .J83x v.3:1-52 (Jan-Dec 1872) |
OCLC No. | 437416713 |
Rights | This material is in the public domain in the United States. For additional information, please visit: http://merrick.library.miami.edu/digitalprojects/copyright.html |
Standardized Rights Statement | http://rightsstatements.org/vocab/NoC-US/1.0/ |
Object ID | chc9998000100 |
Type | Text |
Description
Title | Page 1 |
Object ID | chc9998000100 |
Digital ID | chc99980001000001001 |
Full Text | REDACCION Y ADMINISTRACION: (PReilly, 54, entre Habana y Compostela. ATIRICO Y j_/ITERARIO. DIBUJANTE CARICATURISTA: Víctor P. de Landaluze (D. Junípero.) Año III. PRECIOS DE STJSCRICION EN DA HABANA Un mes......$ i ,, I Un año......$ 10 ,, Seis meses..$ 5—25 ( Núm. suelto... ,, 25 Habana 4 de Agosto de 1872. PRECIOS DE STJSCRICION EN INTERIOR. ¡ Tres meses____$ 3-75 I Seis meses....S 7 ,, j U n año. ........$ 12-75!! NJm suelto_______$ ,, 30!' Núm. 31. STJiVE^vrt "O: TE XTO,—Menestra semanal, por Juan Palomo.—Armonías políticas, pe* J uan Perez.—Frituras, por Juan de Juanes.— Úocetó á la pluma de Benit o Jir por Juan Cualquiera.—El aparecido, por Juan de A us-tria. —Epístolas á Juan Palomo: de Newport, por John Bull.—La Rué da de la fortuna, por Robustiana Arm’ño de Cuesta.—Cuentos de man ieutu El Chav: 'iLio, por Juan Sin-Tiema.—Una soirée en Marianao, por Juan Particular—Sartenazos—Geroglífico.—Bule n Bibliográfico. CA RI CKTU RAS. —Por Don Junípero. MENESTRA SEMANAL. cabo de convencerme de que la Hacienda española es una pelota que los partidos políticos se arrojan los unos á los otros y le dá al país en la frente. Con el golpe le salen al pobre país un chichón ó varios chi-chor es que toman la forma de contiibuciones que aumentan, deuda que crece, empréstaos que se multiplican, crédito que se estira, riqueza que se afloja y hambre que cunde. Y la pelota sigue rodando. Hace poco tiempo el Presidente del Consejo de Mimstros publicó un documento oficial explanando su programa de gobierno. Entre paréntesis: dicho documento es importantísimo por todos conceptos, aunque un periódico grrnú.e y poderoso de ésta tierra lo haya relegado • cuarto lugar, dar ci ?nta de él. posponiéndolo á tres, que ni emanan del poder constituido, m son otra co^a que escritos facciosos. ¡Qué tretas tienen los periódicos que son doctos en cuquerías! Cierro el paréntesis y prosigo. En dicho programa pintábase con negros colores el estado de la Hacienda y se tiraba la pelota á los otros partidos. Los conservadores acaban de dar su manifiesto, y uno de los cargos que en él hacen al gobierno actual es la gravísima situación de la Hacienda. ¿Pues por qué no la arreglaron ustedes? Aquí viene bien aquello de: “todos son muy caballeros, pero la capa no parece.” Y pelotazo aquí, pelotazo allá, vamos saliendo del compromiso, pero, ¿y el dia que no haya dinero para comprar la pelota? Actualmente está de moda manifestarse y retraerse. Cae del poder un partido, y sus hombres se pintan ojeras, se humedecen los ojos para hacer que lloran; alquilan un fagot para que de vez en cuando suelte notas graves que parezcan un OH!!! de admiración; á la campanilla de su laringe le dan el ascenso á campana, con objeto de hablar con voz campanuda; toman lecciones de un cómico para expresar el terror en el semblante, como lo expresa generalmente el primer galan al fin del segundo acto de casi todos los dramas terribles, y ya están en situación para dar el golpe. Puede ocurrir que al verlos de este modo les pregunten: —¿Quiénes son ustedes? —Los conservadores, (por ejemplo). —Y qué conservan ustedes? —Hombre, claro está! conservamos perpétua-mente las ganas de tener la sartén por el mango. Preparadas las personas como he dicho en el párrafo anterior, es llegado el instante de dar el manifiesto. ¡Cómo es posible que los pueblos tengan pan, ni que dijiera bien el recaudador de contribuciones, si no se dá un mamfiesto! Allá vá: “Nunca han sido heridos á un mismo tiempo tantos y tan sagrados intereses.” Ahora el fagot lanza una nota OH!!! y todo el mundo se conmueve. Algunos filántropos inician una suscricion para fundar un hospital donde se curen de sus heridas los intereses sagrados. Otros hacen hilas para restañar la sangre. Y los sagrados intereses, á pesar de sus heridas, no abren la boca para decir jesús! El fagot continúa, oh! oh!! OH!!! Sigue el manifiesto: “La sociedad se derrumba...—Otro golpe de fagot. Los filántropos buscan corpulentos troneos para apuntalarla. “Todo el mundo tiembla____.” —Vecino, ¿usted tiembla? —No, señor. —Pero, hombre, cómo no ha de temblar usted si lo dicen los jefes de partido? — Pues entónces sí que temblaré; pero no me habia enterado. “Todo el mundo teme....” —¿Qué teme usted, vecino? —Que mi mujer me dé dos de un parto, como me ña sucedido ya tres veces. —Bien dicen los jefes; todo el mundo tiene algo por qué temblar. “Nuestras ideas salvarían al país de la ruina: haríamos, esto, lo otro y lo de más allá.” —Gracias á Dios, ya encontramos quien nos haga felices! “Pero si alguna vez fuera lícito apelar al retraimiento, ésta es la ocasión.” Piporrazos del fagot. “Y nos retraemos: no queremos saber nada de la política: agur.” El fagot desafina. Los filántropos se miran cara á cara y se pasman como si se hubieran mojado una herida ó si hubieran bebido agua detrás del chocolate. —Ustedes creen que la pàtria está en peligro? exclaman. —Sí, señor. —¿Ustedes creen que sus ideas son las salvadoras? —Sí, señor. —Pues si ustedes creen eso, y sin embargo abandonan á la pàtria y la privan de su elocuente voz, y se meten en su casa, me parece que son unos. .. no quiero decir lo que me parece que son. El que no se retrae es Mr. Sickles. Más cojo que él podrá encontrarse alguno, pero más campechano, más terne y más enamorado de su empleo, ninguno. El ministro de los Estados Unidos fué á España con la expresa condición que le impuso su gobierno, de hacer renuncia en cuanto llegase. El decoro de nuestra nación así lo exigía. Llegó y visitó á éste, y al otro, y al de más allá. Paseó su pata coja por todo Madrid, y en éstas excursiones debió hacerse la reflexión siguiente: —Si teniendo buena paga cojeo, qué será estando cesante____? Y seducido por tan sólido razonamiento, determinó retirar voluntariamente la dimisión que habia presentado por la fuerza. Ahora bien: el gabinete de Washington, que tiene contraido un compromiso sobre éste punto con el de Madrid, ¿qué hará? Lo natural es que le diga al dimisionario: —Ahí sobra un cojo. Veremos si lo hace. Anuncia el telégrafo que el Gobierno someterá á las Cortes un proyecto para arreglar los asuntos firancieros de ésta Isla. Loado sea el Gobierno que con tanta preferencia se ocupa de cuestión tan interesante! Pero estoy viendo lo que vá á suceder. Se abrirá el Congreso, y el ministerio, con la mejor buena fé, presentará su obra. En seguida un republicano pedirá la palabra para quejarse ;!e que á su abuelo no lo dejaron votar con libertad los partidarios del candidato ministerial. Un carlista presentará una proposición para que se aumente el sueldo á los sorchantres. Y un alfonsista pronunciará un discurso de tres dias para probar que el niño, que es su adorado tormento, habla el aleman correctamente, y por lo tanto, nos conviene. Y en seguida se armará un tumulto, que será cáusa de que se suspenda la sesión. Y un diputado cualquiera interpelará al Gobierno por la subida de precio de los garbanzos. Y el gobierno pedirá tiempo para reflexionar. Y el arreglo de la Hacienda de Cuba dormirá, entre tanto, á pierna suelta, como otras veces ha sucedido. |
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