Juan Palomo, Año 4, Núm. 23-26, Junio 1873

              REDACCIÓN Y A D M i N iSTR ACí Cfc :
O'Reilly, 54, entre Habana y Compostela.
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OLÍTICO   Y
1TERARIO.
DIBUJANTE CARICATURISTA:     ,
Víctor P. de Landaluce (D. Junípero.)
Año IV.
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Habana 8 de Junio de 1873.
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Núm. 23
BTJIViArMO:
TEXTO. — Menestra semanal, por Juan Falt~vo. — Peí Morro á
Lava Ü2iíí, por Juan de las Vinas.— Frituras, por }\\.\xí de J?tanes —
Boceto á la pluma de Rubau Donadeu, por Julio Xombela. — De aquí
para allí (poesía», por Juan Centellas.—Epístolas á Jimn Palomo: de
Nueva V'ork, por John Bull; de Madrid, por luán Sustituto.— Cuentos
de Manigua: E! Chavalillo, por Juan Sin-Tietra.— Sartenazos.—Geroglífico.—• Boletín bibliográfico.
CARICATURAS.—Por Don Juni/ero.'
MENESTRA SEMANAL.
n acontecimiento gigantesco, piramidal,
trae preocupados á todos los liberales. Se
trata de la alianza, no
dé la Santa Alianza, sino de la fusión de carlistas y alfonsinos. Este
acontecimiento signi-
_^^^^^^_^^_^^^^^^_ fica para los alfonsinos
el triunío de la política de las panificaciones, y para los cañistas gran cantidad de alfalfa espiritual
con que habrán de nu ti irse los borregos del Señor.
Va estoy viendo á Saballs premiado con dos entorchados, que es todo lo menos que en estos tiempos puede darse á un duque por haber fusilado en
Berga las mujeres y los niños, y no hablo de los
hombres, porque estos, en circunstancias especiales,
son carne de cañón. Ya estoy viendo á Dorregaray
convertido en edecán del monarca in fien; y del
cura Santa Cruz, ordenado in sacris en el palacio
arzobispal de Sevilla. Si por sus actos vandálicos
este presbítero, por decirlo así, ha incurrido en censuras canónicas, no faltará una bula pontificia, alguno de estos rescriptos que, como las aguas del
Jordán, todo lo limpian y purifican.
esto es natural; los republicanos de orden lo silban: también esto es natural; y en medio de la izquierda y de la derecha, de esos dos centros parlamentarios que se disputan el gobierno de la Fran
cia, está el triunfo de los rojos en París; ó lo que es
lo mismo, las 'Fullerías, el Ministerio de Hacienda
y otros edificios del Estado pregonando los efectos
del petróleo.
Sickles habló á Figueras, y el señor Figueras habló al señor Sickles. Dicen que ambos hablaron
bien. Yo me alegro, aunque rabien de coraje ciertos organillos de Nueva York y no sea esto del
gusto de La Constancia, que cree que los liberales,
por el hecho de serlo, no han de decir en política
masque heregías. ¡Qué gran chascóse han llevado
los que creyeron que al proclamarse la república
había que decir inmediatamente apaga y vamonos!
Ya nos vamos curando de espanto, y hoy más
que nunca puede decirse que no es tan fiero el león
como lo pintan. A mí ciertas sensiblerías conservadoras me producen siempre el efecto de las declamaciones en las comedias de capa y espada. No silbo,
pero tampoco aplaudo, porque á ]u\s Palomo no
le es desconocido lo que pasa entre bastidores.
di
Para cuando llegue ese dia, que no es extraño
(lue llegue en estos tiempos de las grandes combina-
¿iones, este pastor (ci devant), como dijo el otro, cu-
.a belicoso y sanguinario, distribuirá entre sus ovejas aquella alfalfa espiritual de que antes hice men-
^lon, para dar á sus diocesanos un testimonio de
.Vj^o apostólico. f&ta fiera de las montañas-na-
Jc hasta ahora pudo cazarla, pero vivamos algún
^nipo j;ara   ver  c¿mo   caza £|  ima   nijtra y un
i¡5» porque ya se sabe que la política de los car-
iStas es política de montería.
ib,   •. \Z"'^ahon habló. Todo su  programa   r*stá  rc-
<Cídd a estas paiabras: liaré política cor^ ser-oa dora.
~* declaración no es nueva-, pero tampoco es bue-
resabios son estos de la centralización bonapar-
La Independencia de Nueva York viene como un
cohete á la congreve: sus redactores escriben con
tanto  fervor  y con   espíritu  tan   belicoso, que si
fueran verdad todas las bellezas del diario neoyor-
kino, debíamos prepararnos  todos  para irnos con
la musícaá otra parte. Trata en  estilo fúnebre, y
es natural, de la muerte de Agramonte, de las simpatías positivas de algunos pueblos de la América
del Sur, y declara una vez más que la república no
ha de variar en , un ápice,la..jesoiuclpn firme de los
separatistas. Eso ya lo sabíamos nosotros.  Pero lo
que no sabíamos era eso de las simpatías positivas;
porque no fallará alguno que crea que si ahora son
positivas, esto quiere decir que hasta adora no   han
sido más que mtísica celestial.  Por supuesto que no
! faltan en este monnmento del ilustrado periodismo
¡separatista de Nueva Yoik los adjetivos de cobar-
\des, bandidos, crueles, sangrientos, procaces}' otras
i palabras del mismo jaez aplicadas, que   revelan   la
; frase culta de los escribidores y fblicularios indepen-
| dientes de la independencia de Nueva York.
como el que más que esta cuestión se resuelva consultándose los intereses de la moral y de la justicia,
de la propiedad, de la producción y déla fortuna
pública.
Según la Gaceta, nuestra primera autoridad ha
pedido á los propietarios de la Isla 3x00 negros
que se necesitan para terminar la nueva trocha que
se esta construyendo del Bagá á la Zanja. Yo
aplaudo la determinación y el pensamiento del Gobierno. Yo creo que nunca se apela en vano al patriotismo y lealtad de los españoles, y Juan Palomo opina que no quedarán de.raudadas las esperanzas de la Autoridad, porque todos deben estar interesados en que se termine la guerra de veras, que
ya este cuento vá tomando Jas proporciones de una
historia que enseña mucho y que edifica peco. El
Gobierno alimentará por cuenta del Estado los ve-
gritos, úeiYicados á este patriótico servicio, si algunos cayeren enfermos se les cuidaiá con todo esmero, y al final de \& función habrá algún aguinaldo
para estos hijos del Congo, menciones honoríficas
y otras gollerías para los dueños de los siervos.
Pedir más es usura, y el que diga que ?:ó, que levante el dedo, y patriotismo obliga,y ahora veremos
quién es Califa, y en fin, obras son amores y 110 l urnas razones.
Ji5an Palomo.
DEL MORRO A LAVA  BEDF.
irquicos apl&u3en a
Parece que la comisión nombrada para dar dic-
í támen sobre la cuestión social se ha reunido últi-
j mámente, y hay esperanzas de que el proyecto que
i habrá de redactarse y someterse á la aprobación de
I la junta general, habrá de satisfacer todas las exi-
agencias justas, y que por virtud de este proyecto,
; se vendrá á un   acomodamiento  racional.    Yo me
alegro de queros vayamos "entendiendo, porque
i de prudentes es mudar de consejos, porque, corad
I dice el refrán, el que no mira adelante, atrás se ha-
•11a, y sobre todo, poique la previsión es y de\e ser
!a virtud de los hombres de entendimiento. Como
! Palomo ro es demagogo ni mucho  meros,   desea
(viaje beltcoso,)
I     Todavía no me han fusilado!
Parece imposible que en este pueb'o, centro de
I la actividad htñnana, hayan trascurrido ocho dias
I sin que mi comisión llegue satisfactoriamente á su
i fin. ...
I     Yeso  que raí apellido  es una recemendacicn
I [".ara que me miren con simpatía.
Pero no he perdido del iodo el tiempo, porque ya
he visto á los Modocs.
—Necesito ir, con urgencia, á los ermpos de laya, donde se sostiene la guerra, le dije anoche á mi
intéprete; y sin daime respuesta alguna, me cogió
por un brazo y me hizo entrar en un ómnibus (ó
sea guadua). Iba lleno de señoras (legítimas señoras), que n< s hicieron sitio para sentarnos, y el ve-
Líe ulo siguió ^u camino.
Yeinte minutos de viaje, y al cato de ellos se
abrió una puerta y penetramos en en recinto bastante oscuro.
Ante mi vista se ofreció un bosque, y en él unes
cuantos individuos, que debian ser indios, haciéndoles mucho favor.
Un tapa rabos de percalina, unos calzones, ó
pemiles, que les lkgabaa de las rodillas á los pies,
también de percalina (los ealzcr.es en los pies) con
adornos de prpel de diferentes coloies; zapatos con
escasísimo betún; y plumr.s en la cabera, foimaban
e! atavio de los Modocs.