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REDACCION V ADMINISTRACION: O’Reilly, 54, entre Habana y Compostela, OLÍTICO Y J-/ÏTERARIO, DIBUJANTE CA RI CAT U R “STA: Víctor P. de Landaluze (D. Junípero*) Año IV. PRECIOS DE STJS.CRICION EN LA HABANA Un mes........$ i „ Un año............$ 10 ,, Seis meses....$ 5-25 Núm. sueito..-____,, 25 | Habana 7 de Diciembre de 1873. I .PRECIOSDE SUSCRICION EN INTERIOR. Tres meses---$ 3-75 I Un año......$ 12-75 ¡(Seis meses..$7,, | Núm. sueito.... $ „ 30 Núm 49. SUMARIO: TEXTO.—Menestra semanal, por Juan Palomo. —Cuatro verdades, por Jnan Perez.—En confianza, por Juan Diente.—Frituras, por Juan de Juanes.—Un rey con música de Ofienbach, por Jacobo.—Yó á él, poesía, por Juan Perez.—Epístolas á Juan Palomo: de Nueva York, por John Bull. Can-canes yankees, poesía, por Juan de Austria.—Revoltillo teatral, por Juan Particular.—Cuentos de Manigua: El Número Trece, por Juan Siti'Tierra.—Sartenazos.—Geroglífico. ILUSTRACIONES.—Cuarta y quinta, por Don JnníJ>ero\ octava por Cisneros. MENESTRA SEMANAL aya una semanita de agetreo, dudas y temores la que acaba de trascurrir! Qué diantre de complicaciones se van a-montonando delante del pueblo español, hoy más que nunca comprometido , hoy más que nunca vale-tsBntrzs' ¡ roso! Sí señor, valeroso y más que valeroso inimitable, P°r cuanto está combatiendo con ánimo fuerte con-tra tres insurrecciones á un mismo tiempo. ¡Ah! mi España querida, modelo de cabal!erosi-p» de honradez y de valor, ;que no seamos nos* ^tr°s los que pongamos un nuevo obstáculo en tu animo! ¡que no seamos nosotros los que hayamos e crearte una complicación más! una semanita de agetreo! ^Qué ocurre? ‘"““Noticias graves! ^En qué sentido? "’"Parece que los Estados-Unidos intentan,.. -^"¡Qué dice usted! (Echo mano á la carabina).^ ^ t nombre de un extranjero que se oponga á ^ho paso irrita la sangre española. ; señor, hay amenazas graves, las autoridades? ¡Testan en junta. dnin !?ro ^en mi ánimo de amor y respeto ai prin-• autoridad y me voy á mi casa á limpiar la g 1J?a por lo que pueda ocurrir. qui*ma del gorro frigio republicano, que no me alas ,nunca, me encasqueto el sombrero de anchas que e l°s antiguos tercios españoles, para indicar hav J^e el enemigo extranjero no hay política: no /mas que Patria. Sale el sol por la verde pradera y por las sucias calles de la Habana: que no ha de haber diferencias y privilegios en estos tiempos de igualdad democrática. Noto la misma intranquilidad: el mismo aspecto belicoso. —¿Qué hay? —Nada bueno.. —Pero, ¿qué es, en suma? Ante esta pregunta me vuelven todos la espalda: nadie acierta á contestar. Corro de aquí para allá. En todas partes iguales dudas, iguales temores. En todas partes el sentimiento nacional manifestándose enérgico. E11 todas partes la altivez española puesta de manifiesto. —¿Y las autoridades? —Están en junta. —¿Y el Ministro? —Se mantiene en la actitud serena, digna y altiva que corresponde á un hombre de Estado. —-¿Y qué dice? —Guarda una impenetrable reserva. Corro en busca de noticias ciertas y tropiezo, al fin, con un número de La Voz de Cuba. ¡Gracias á Dios que un dia me sirve de algo La Voz de Cuba! El periódico de la calle del Teniente-Rey explica los hechos de una manera clara y precisa. Deduce consecuencias lógicas y contribuye a calmar los ánimos. Parece una Voz de Cuba echa de nuevo y enteramente distinta á la de estos últimos tiempos. Según ella, las noticias del dia 29 eran que los Estados-Unidos imponían condiciones inadmisibles para todo pecho españo). Las noticias del dia 30 cambian por completo el aspecto de la cuestión, Los Estados-Unidos han modificado sus exigencias; es decir, que se han hecho atras ante la actitud del Gobierno Español. Tomo acta y siento cierto regocijo interior. Hay un convenio, consultado con hombres importantes de todos los partidos, Desmonto la carabina, que la tenia amartillada, y digo: ^ —Dia llegara en que podamos presentar el capitulo de cargos que tenemos contra los Estados Unidos, pero entretanto.... calma! ¡Calma y serenidad! En este albur, querido pueblo, se juega la integridad nacional. Saquémosla á salvo por encima de todo! No nos dejemos coger en el lazo que pueda tendernos un pueblo ambicioso. Nuestro hogar, nuestras familias, nuestro amor nacional, este pedazo de tierra española, no pueden salvarse más que con un estrecho lazo de unión á la Madre Patria. Vá á formarse un tribunal que oirá nuestras que jas, que lendrá la obligación de oir las quejas que nosotros expongamos contra el gobierno y el pueblo de los Estados Unidos. No vayamos á comprometer ese derecho con una impremeditación. Al valor y al entusiasmo acompañe la prudencia. Respetemos el principio de autoridad y entreguémonos tranquilamente á nuestros quehaceres, que cuando peligre la honra nacional, ya nos darán el grito de alarma los que en primer lugar tienen el deber de conservarla incólume. Cuando pasen estos momentos, cuando se restablezca la calma, tendremos tiempo de estudiar las cuestiones que hoy se agitan. Calma, pues, que con ella hemos de llegar á puerto seguro! ¡Libre Dios á Juan Palomo de ser el que añada combustible á la hoguera! Esperemos. Si es cierto, como se ha dicho, que el señor ministro de Ultramar ha hecho dimisión de su cargo tenemos la seguridad de que el Poder Ejecutivo, no ha de admitírsela. El ministro de Ultramar ha traido aquí una misión patriótica, que todos estamos interesadísimos en que lleve á feliz término, y más interesado que nadie el Poder Ejecutivo. ¿Quieres creerme, querido pueblo? Facilítale el camino al ministro de Ultramar para que su viaje sea provechoso. Sobre la isla de Cuba ha caído un chaparrón de corresponsales de los periódicos americanos. Hay quien hace subir su número á setenta. Preparémonos á leer soberbias descripciones. Ya nos dirán los periódicos americanos que sus corresponsales han visto aquí montes y morenas. Sé de uno que ha escrito los pormenores de una larga entrevista con el Ministro, y me consta que no conoce al señor Soler y Plá ni de vista. ¡Qué interesante será la correspondencia! Otro llegó al teatro de Albisu en los momentos en que se arma aquel bailoteo de Los dioses del Olimpo, y escribió en sú cartera: “Spanish woman, mucho fandanga.” Juan Palomo.
Object Description
Title | Juan Palomo, Año 4, Núm. 49-52, Diciembre 1873 |
Translated Title | Juan Palomo, Year 4, Issue No. 49-52, December 1873 |
Variant Title | Juan Palomo, Semanario Satírico |
Contributor | Landaluze, Víctor Patricio de, 1828-1889 |
Note | Juan Palomo was illustrated by Cuban artist Victor P. de Landaluze. |
Subject | Cuban periodicals |
Genre | Periodicals |
Publication Date | 1873-12 |
Publication Place | Havana (Cuba) |
Coverage Temporal | 1860-1869; 1870-1879 |
Coverage Spatial | Havana (Cuba) |
Physical Description | 1 periodical; 31 pages |
Language | spa |
Repository | University of Miami. Library. Cuban Heritage Collection |
Collection Title | CHC Periodicals |
Collection No. | CHC9998 |
Call Number | AP63 .J83x v.4:1-v.5:15 (Jan 1873-Apr 1874) |
OCLC No. | 437416713 |
Rights | This material is in the public domain in the United States. For additional information, please visit: http://merrick.library.miami.edu/digitalprojects/copyright.html |
Standardized Rights Statement | http://rightsstatements.org/vocab/NoC-US/1.0/ |
Object ID | chc9998000116 |
Type | Text |
Description
Title | Page 1 |
Object ID | chc9998000116 |
Digital ID | chc99980001160001001 |
Full Text | REDACCION V ADMINISTRACION: O’Reilly, 54, entre Habana y Compostela, OLÍTICO Y J-/ÏTERARIO, DIBUJANTE CA RI CAT U R “STA: Víctor P. de Landaluze (D. Junípero*) Año IV. PRECIOS DE STJS.CRICION EN LA HABANA Un mes........$ i „ Un año............$ 10 ,, Seis meses....$ 5-25 Núm. sueito..-____,, 25 | Habana 7 de Diciembre de 1873. I .PRECIOSDE SUSCRICION EN INTERIOR. Tres meses---$ 3-75 I Un año......$ 12-75 ¡(Seis meses..$7,, | Núm. sueito.... $ „ 30 Núm 49. SUMARIO: TEXTO.—Menestra semanal, por Juan Palomo. —Cuatro verdades, por Jnan Perez.—En confianza, por Juan Diente.—Frituras, por Juan de Juanes.—Un rey con música de Ofienbach, por Jacobo.—Yó á él, poesía, por Juan Perez.—Epístolas á Juan Palomo: de Nueva York, por John Bull. Can-canes yankees, poesía, por Juan de Austria.—Revoltillo teatral, por Juan Particular.—Cuentos de Manigua: El Número Trece, por Juan Siti'Tierra.—Sartenazos.—Geroglífico. ILUSTRACIONES.—Cuarta y quinta, por Don JnníJ>ero\ octava por Cisneros. MENESTRA SEMANAL aya una semanita de agetreo, dudas y temores la que acaba de trascurrir! Qué diantre de complicaciones se van a-montonando delante del pueblo español, hoy más que nunca comprometido , hoy más que nunca vale-tsBntrzs' ¡ roso! Sí señor, valeroso y más que valeroso inimitable, P°r cuanto está combatiendo con ánimo fuerte con-tra tres insurrecciones á un mismo tiempo. ¡Ah! mi España querida, modelo de cabal!erosi-p» de honradez y de valor, ;que no seamos nos* ^tr°s los que pongamos un nuevo obstáculo en tu animo! ¡que no seamos nosotros los que hayamos e crearte una complicación más! una semanita de agetreo! ^Qué ocurre? ‘"““Noticias graves! ^En qué sentido? "’"Parece que los Estados-Unidos intentan,.. -^"¡Qué dice usted! (Echo mano á la carabina).^ ^ t nombre de un extranjero que se oponga á ^ho paso irrita la sangre española. ; señor, hay amenazas graves, las autoridades? ¡Testan en junta. dnin !?ro ^en mi ánimo de amor y respeto ai prin-• autoridad y me voy á mi casa á limpiar la g 1J?a por lo que pueda ocurrir. qui*ma del gorro frigio republicano, que no me alas ,nunca, me encasqueto el sombrero de anchas que e l°s antiguos tercios españoles, para indicar hav J^e el enemigo extranjero no hay política: no /mas que Patria. Sale el sol por la verde pradera y por las sucias calles de la Habana: que no ha de haber diferencias y privilegios en estos tiempos de igualdad democrática. Noto la misma intranquilidad: el mismo aspecto belicoso. —¿Qué hay? —Nada bueno.. —Pero, ¿qué es, en suma? Ante esta pregunta me vuelven todos la espalda: nadie acierta á contestar. Corro de aquí para allá. En todas partes iguales dudas, iguales temores. En todas partes el sentimiento nacional manifestándose enérgico. E11 todas partes la altivez española puesta de manifiesto. —¿Y las autoridades? —Están en junta. —¿Y el Ministro? —Se mantiene en la actitud serena, digna y altiva que corresponde á un hombre de Estado. —-¿Y qué dice? —Guarda una impenetrable reserva. Corro en busca de noticias ciertas y tropiezo, al fin, con un número de La Voz de Cuba. ¡Gracias á Dios que un dia me sirve de algo La Voz de Cuba! El periódico de la calle del Teniente-Rey explica los hechos de una manera clara y precisa. Deduce consecuencias lógicas y contribuye a calmar los ánimos. Parece una Voz de Cuba echa de nuevo y enteramente distinta á la de estos últimos tiempos. Según ella, las noticias del dia 29 eran que los Estados-Unidos imponían condiciones inadmisibles para todo pecho españo). Las noticias del dia 30 cambian por completo el aspecto de la cuestión, Los Estados-Unidos han modificado sus exigencias; es decir, que se han hecho atras ante la actitud del Gobierno Español. Tomo acta y siento cierto regocijo interior. Hay un convenio, consultado con hombres importantes de todos los partidos, Desmonto la carabina, que la tenia amartillada, y digo: ^ —Dia llegara en que podamos presentar el capitulo de cargos que tenemos contra los Estados Unidos, pero entretanto.... calma! ¡Calma y serenidad! En este albur, querido pueblo, se juega la integridad nacional. Saquémosla á salvo por encima de todo! No nos dejemos coger en el lazo que pueda tendernos un pueblo ambicioso. Nuestro hogar, nuestras familias, nuestro amor nacional, este pedazo de tierra española, no pueden salvarse más que con un estrecho lazo de unión á la Madre Patria. Vá á formarse un tribunal que oirá nuestras que jas, que lendrá la obligación de oir las quejas que nosotros expongamos contra el gobierno y el pueblo de los Estados Unidos. No vayamos á comprometer ese derecho con una impremeditación. Al valor y al entusiasmo acompañe la prudencia. Respetemos el principio de autoridad y entreguémonos tranquilamente á nuestros quehaceres, que cuando peligre la honra nacional, ya nos darán el grito de alarma los que en primer lugar tienen el deber de conservarla incólume. Cuando pasen estos momentos, cuando se restablezca la calma, tendremos tiempo de estudiar las cuestiones que hoy se agitan. Calma, pues, que con ella hemos de llegar á puerto seguro! ¡Libre Dios á Juan Palomo de ser el que añada combustible á la hoguera! Esperemos. Si es cierto, como se ha dicho, que el señor ministro de Ultramar ha hecho dimisión de su cargo tenemos la seguridad de que el Poder Ejecutivo, no ha de admitírsela. El ministro de Ultramar ha traido aquí una misión patriótica, que todos estamos interesadísimos en que lleve á feliz término, y más interesado que nadie el Poder Ejecutivo. ¿Quieres creerme, querido pueblo? Facilítale el camino al ministro de Ultramar para que su viaje sea provechoso. Sobre la isla de Cuba ha caído un chaparrón de corresponsales de los periódicos americanos. Hay quien hace subir su número á setenta. Preparémonos á leer soberbias descripciones. Ya nos dirán los periódicos americanos que sus corresponsales han visto aquí montes y morenas. Sé de uno que ha escrito los pormenores de una larga entrevista con el Ministro, y me consta que no conoce al señor Soler y Plá ni de vista. ¡Qué interesante será la correspondencia! Otro llegó al teatro de Albisu en los momentos en que se arma aquel bailoteo de Los dioses del Olimpo, y escribió en sú cartera: “Spanish woman, mucho fandanga.” Juan Palomo. |
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