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REDACCION YADMINIST RACION: O’Reilly, 54, entre Habana y Compostela. J3 OLÍTICO Y -/1TERARIO. DIBUJANTE CARICATURISTA Víctor P. de Landaluce (D. Junípero) Año IV. PRECIOS DE SUSCRICION EN LA HABANA Un mes......$ i ,, I Un año..:....$ 10 ,, Seis meses..$ 5-25 | Núm, sueito..-_,, 25 Habana 6 de Abril de 1873. PRECIOS DE SUSCRICION EN INTERIOR. Tres meses____$ 3-75 Seis meses....$ 7 ,, Un año..........$ 12-75 Núm. sueito_____$ ,, 30! Núm. R. SUNI-ARIO: TEXTO.—Menestra semanal, por Juan Palomo.—Viaje á Mélico sin quemar las naves, por Juan Palomo.—La Prensa en escabeche, por Juan Vinagre.—Frituras, por Juan de 'luanes.—España libre {poesíaj, por Justo Sierra.—Epístolas á Juan Palomo: de Nueva York, por John Bull.—Tipos y topos (poesía), por José Picón.—Cuentos de Manigua: El Chavalillo, por Juan Sin-Tierra.—Revoltillo teatral, por Juan Particular.—Sartenazos.—Ceroglífico.—Boletín bibliográfico. CARICATURAS.—Por Don cluniJ>ero. MENESTRA SEMANAL. ahora anana entraremos en la Semana Santa, que recuerda á los fieles el suplicio del justo: el sacrificio del hijo de Dios, por redimir el género humano. Han pasado diez y nueve siglos, y algunos ministros de aquel Dios de bondad son los que humano, y al género crucifican al género masciulino, y al género femenino, y al género neutro. D galo sino el cura de Santa Cruz, que está ya cansadísimo de fusilar gente y de incendiar casas y estaciones allá en Navarra. Por incendiar, dicen ^Ue hasta ha levantado una hoguera en el corazón de su ama. Si Jesucristo volviese al mundo, seguro estoy de que diría: ¡Que me dejara yo clavar en una cruz Por redimir á este bruto! u ero el cura d^ Santa Cruz, para quien matas u ombre es lo mismo que fumarse un cigarrillo ver^86 Unas friegas en las pantorrillas, no se atre icomo si lo viera! á comer carne en viérnes de cuaresma. Eso ho"deljUn Pecado muy g°rd° Para un minis- Eon Un ríl.ue el cura de Santa Cruz, aparte de que es un sarta caPaz de cometer cinco barbaridades en que es un pastor de almas, tan humilde, mas bien que el pastor parece el borrego. to de- °^er ^¡eeutivo ha tenido, al fin, un momer bitnnSOCUPado Para hucer el nombramiento de Cz general de esta Isla. 0cupo^eral ^e*tadl lia sid0 el agraciado, y no m de nUe este asunto más que para congratularm tan hoi la^a reca^° la elección en un militar d mentis 11ÜS0S antecedentes, y para hacer resaltar e herir,diario de la Marina ha dado á s Se Ep0Ca- , ses de Pen°dico, asiduo defensor de ciertos intere s a Antilla, con el desprendimiento que e caso requiere, dijo, al hablarse por primera vez del nombramiento del general Pieltain, que' aquí sería mal recibido. ¿Por dónde le llegaría la noticia á La Epoca? Y el Diario de la Marina, M tener certeza del nombramiento, se ha deshecho en elogios y congratulaciones. Con aplomo ha sido, con buenas formas, pero se ha deshecho. ¿Quién pondrá de acuerdo á esos dos colegas, que tienen establecida entre sí una corriente continua de amistad, de amor, de liga, y creo que de engrudo y de algunas otras cosas que pegan? *V ■ Los hombres públicos tienen sobre sí, á todas horas, el ojo avizor de la opinión, que necesita saber la actitud política en que se colocan. Los hombres públicos son como los boleros, que siempre han de estar en primera ó en segunda, para dar animación al cuadro con su actitud. La del general Serrano ha sido objeto de gran curiosidad en la Península é islas adyacentes, hasta que habló un periódico. Los hombres públicos necesitan tener á la prensa por boca. Es una boca que tiene columnas, como si se tratara de perseguir carlistas ó mambises. “El duque de la Torre, dijo, está dispuesto á mantener el orden, siempre que el señor Rivero sea el Presidente del Poder Ejecutivo.” De suerte que al general Serrano le importa tres pitos el orden público cuando no manda Rivero. Y si en un choque violento la sociedad se hace trizas, ¿qué remedio tiene? No siendo Rivero ministro, no hay compromiso ninguno con la sociedad. ¿Ustedes entienden esta clase de política? Otro personaje tiene fijos sobre sí en estos momentos todos los gemelos de teatro. Atención general! Este personaje, ó más bien dicho, per sonaja, es sor Agueda, la colaboradora de La Constancia. Oreció ir de puerta en puerta preguntando á determinadas personas si se han puesto el gorro frigio, y el público aguarda con impaciencia el resultado de estas pesquisas, —Tan! tan! —¿Quién es? —Sor Agueda. ¿Está el amo? —Sí, señor, está, pero no tengo suelto. — Enséñeme usted la cabeza, nada más que la cabeza. —No puede ser, porque temo que me cobre usted algo por verla. —Ah! sí; ya la diviso, á pesar de la oscuridad de la noche. ¡Usted lleva «rorro!- —¿Cómo gorro? — Sí, señor, gorro frigio. —Nó, hombre, si es la castaña de mi mujer, que me la he puesto á oscuras, creyendo que me ponia una gorra. —(Aparte).—Pues este me ha dado una castaña. Muchos impacientes se quejan de que el gobierno de la República hace poco y no resuelve con rapidez los problemas que tiene sobre el tapete. Calma, amigos mios, calma! Desde que se planta el lino hasta que se pone usted un chaleco, mire usted si pasa tiempo! Pues todo es indispensable para obtener el resultado. Hemos tenido siglos y siglos de monarquía, y cada vez se embrollaba más el asunto. ¿Quieren ustedes que ahora, en sólo dos meses, se desenmarañe el lio de tantos siglos? Corrieron noticias de que el gremio de comerciantes importadores se negaban a suscribirse al empréstito. El Casino Español los convocó á todos, y acudieron. Una vez reunidos, empezó el debate. El síndico manifestó que en sus primeras gestiones encontró algunas dificultades y no quiso pasar adelante. La cuestión era que se había presentado un nuevo proyecto para extinguir la deuda. Pero, señores, ¿estamos en tiempos de discutir proyectos? La forma en que se ha de hacer la suscricion está meditada, estudiada, acordada, aprobada por la autoridad, y no es cosa de que vayamos á enmendarle la plana á esa señora. El empréstito se ha de hacer en los términos prescritos por la Intendencia; y en el interés de todos está dar prestigio á la autoridad secundando su pensamiento. No hay más remedio! Aquí estoy yo, republicano impenitente, de esos que asustan á las beatas y á los chiquillos, abogando por el principio de autoridad. ¡Si el mundo está desquiciado! Volvamos á la reunión de comerciantes. Ni una sola opinión se manifestó contraria á que el empréstito se realizase del modo aceptado por todos los demás gremios. Por consiguiente, faltaba tan sólo defender al de comerciantes importadores de las inculpaciones que injustamente se le había dirigido. El señor Colomé, con frase robusta, se encargó de esta defensa; y los concurrentes aplaudieron, y dando muestras de asentimiento. De manera que los comerciantes importadores se han manifestado tan buenos patriotas como siempre, y que no es voluntad lo que les faltaba; lo que es hajechado de menos es iniciativa. ¡Loado sea Dios! Ei empréstito se cubre! Y ahora, amigos mios, andemos de prisa, muy de prisa, para recuperar el tiempo que se ha perdido. La reunión, que tan buenos resultados produjo, se disolvió sin experimentar contratiempo alguno, no siendo el de haber hablado cinco veces el director dtLa Constancia. Juan Palomo.
Object Description
Title | Juan Palomo, Año 4, Núm. 14-17, Abril 1873 |
Translated Title | Juan Palomo, Year 4, Issue No. 14-17, April 1873 |
Variant Title | Juan Palomo, Semanario Satírico |
Contributor | Landaluze, Víctor Patricio de, 1828-1889 |
Note | Juan Palomo was illustrated by Cuban artist Victor P. de Landaluze. |
Subject | Cuban periodicals |
Genre | Periodicals |
Publication Date | 1873-04 |
Publication Place | Havana (Cuba) |
Coverage Temporal | 1860-1869; 1870-1879 |
Coverage Spatial | Havana (Cuba) |
Physical Description | 1 periodical; 32 pages |
Language | spa |
Repository | University of Miami. Library. Cuban Heritage Collection |
Collection Title | CHC Periodicals |
Collection No. | CHC9998 |
Call Number | AP63 .J83x v.4:1-v.5:15 (Jan 1873-Apr 1874) |
OCLC No. | 437416713 |
Rights | This material is in the public domain in the United States. For additional information, please visit: http://merrick.library.miami.edu/digitalprojects/copyright.html |
Standardized Rights Statement | http://rightsstatements.org/vocab/NoC-US/1.0/ |
Object ID | chc9998000108 |
Type | Text |
Description
Title | Page 1 |
Object ID | chc9998000108 |
Digital ID | chc99980001080001001 |
Full Text | REDACCION YADMINIST RACION: O’Reilly, 54, entre Habana y Compostela. J3 OLÍTICO Y -/1TERARIO. DIBUJANTE CARICATURISTA Víctor P. de Landaluce (D. Junípero) Año IV. PRECIOS DE SUSCRICION EN LA HABANA Un mes......$ i ,, I Un año..:....$ 10 ,, Seis meses..$ 5-25 | Núm, sueito..-_,, 25 Habana 6 de Abril de 1873. PRECIOS DE SUSCRICION EN INTERIOR. Tres meses____$ 3-75 Seis meses....$ 7 ,, Un año..........$ 12-75 Núm. sueito_____$ ,, 30! Núm. R. SUNI-ARIO: TEXTO.—Menestra semanal, por Juan Palomo.—Viaje á Mélico sin quemar las naves, por Juan Palomo.—La Prensa en escabeche, por Juan Vinagre.—Frituras, por Juan de 'luanes.—España libre {poesíaj, por Justo Sierra.—Epístolas á Juan Palomo: de Nueva York, por John Bull.—Tipos y topos (poesía), por José Picón.—Cuentos de Manigua: El Chavalillo, por Juan Sin-Tierra.—Revoltillo teatral, por Juan Particular.—Sartenazos.—Ceroglífico.—Boletín bibliográfico. CARICATURAS.—Por Don cluniJ>ero. MENESTRA SEMANAL. ahora anana entraremos en la Semana Santa, que recuerda á los fieles el suplicio del justo: el sacrificio del hijo de Dios, por redimir el género humano. Han pasado diez y nueve siglos, y algunos ministros de aquel Dios de bondad son los que humano, y al género crucifican al género masciulino, y al género femenino, y al género neutro. D galo sino el cura de Santa Cruz, que está ya cansadísimo de fusilar gente y de incendiar casas y estaciones allá en Navarra. Por incendiar, dicen ^Ue hasta ha levantado una hoguera en el corazón de su ama. Si Jesucristo volviese al mundo, seguro estoy de que diría: ¡Que me dejara yo clavar en una cruz Por redimir á este bruto! u ero el cura d^ Santa Cruz, para quien matas u ombre es lo mismo que fumarse un cigarrillo ver^86 Unas friegas en las pantorrillas, no se atre icomo si lo viera! á comer carne en viérnes de cuaresma. Eso ho"deljUn Pecado muy g°rd° Para un minis- Eon Un ríl.ue el cura de Santa Cruz, aparte de que es un sarta caPaz de cometer cinco barbaridades en que es un pastor de almas, tan humilde, mas bien que el pastor parece el borrego. to de- °^er ^¡eeutivo ha tenido, al fin, un momer bitnnSOCUPado Para hucer el nombramiento de Cz general de esta Isla. 0cupo^eral ^e*tadl lia sid0 el agraciado, y no m de nUe este asunto más que para congratularm tan hoi la^a reca^° la elección en un militar d mentis 11ÜS0S antecedentes, y para hacer resaltar e herir,diario de la Marina ha dado á s Se Ep0Ca- , ses de Pen°dico, asiduo defensor de ciertos intere s a Antilla, con el desprendimiento que e caso requiere, dijo, al hablarse por primera vez del nombramiento del general Pieltain, que' aquí sería mal recibido. ¿Por dónde le llegaría la noticia á La Epoca? Y el Diario de la Marina, M tener certeza del nombramiento, se ha deshecho en elogios y congratulaciones. Con aplomo ha sido, con buenas formas, pero se ha deshecho. ¿Quién pondrá de acuerdo á esos dos colegas, que tienen establecida entre sí una corriente continua de amistad, de amor, de liga, y creo que de engrudo y de algunas otras cosas que pegan? *V ■ Los hombres públicos tienen sobre sí, á todas horas, el ojo avizor de la opinión, que necesita saber la actitud política en que se colocan. Los hombres públicos son como los boleros, que siempre han de estar en primera ó en segunda, para dar animación al cuadro con su actitud. La del general Serrano ha sido objeto de gran curiosidad en la Península é islas adyacentes, hasta que habló un periódico. Los hombres públicos necesitan tener á la prensa por boca. Es una boca que tiene columnas, como si se tratara de perseguir carlistas ó mambises. “El duque de la Torre, dijo, está dispuesto á mantener el orden, siempre que el señor Rivero sea el Presidente del Poder Ejecutivo.” De suerte que al general Serrano le importa tres pitos el orden público cuando no manda Rivero. Y si en un choque violento la sociedad se hace trizas, ¿qué remedio tiene? No siendo Rivero ministro, no hay compromiso ninguno con la sociedad. ¿Ustedes entienden esta clase de política? Otro personaje tiene fijos sobre sí en estos momentos todos los gemelos de teatro. Atención general! Este personaje, ó más bien dicho, per sonaja, es sor Agueda, la colaboradora de La Constancia. Oreció ir de puerta en puerta preguntando á determinadas personas si se han puesto el gorro frigio, y el público aguarda con impaciencia el resultado de estas pesquisas, —Tan! tan! —¿Quién es? —Sor Agueda. ¿Está el amo? —Sí, señor, está, pero no tengo suelto. — Enséñeme usted la cabeza, nada más que la cabeza. —No puede ser, porque temo que me cobre usted algo por verla. —Ah! sí; ya la diviso, á pesar de la oscuridad de la noche. ¡Usted lleva «rorro!- —¿Cómo gorro? — Sí, señor, gorro frigio. —Nó, hombre, si es la castaña de mi mujer, que me la he puesto á oscuras, creyendo que me ponia una gorra. —(Aparte).—Pues este me ha dado una castaña. Muchos impacientes se quejan de que el gobierno de la República hace poco y no resuelve con rapidez los problemas que tiene sobre el tapete. Calma, amigos mios, calma! Desde que se planta el lino hasta que se pone usted un chaleco, mire usted si pasa tiempo! Pues todo es indispensable para obtener el resultado. Hemos tenido siglos y siglos de monarquía, y cada vez se embrollaba más el asunto. ¿Quieren ustedes que ahora, en sólo dos meses, se desenmarañe el lio de tantos siglos? Corrieron noticias de que el gremio de comerciantes importadores se negaban a suscribirse al empréstito. El Casino Español los convocó á todos, y acudieron. Una vez reunidos, empezó el debate. El síndico manifestó que en sus primeras gestiones encontró algunas dificultades y no quiso pasar adelante. La cuestión era que se había presentado un nuevo proyecto para extinguir la deuda. Pero, señores, ¿estamos en tiempos de discutir proyectos? La forma en que se ha de hacer la suscricion está meditada, estudiada, acordada, aprobada por la autoridad, y no es cosa de que vayamos á enmendarle la plana á esa señora. El empréstito se ha de hacer en los términos prescritos por la Intendencia; y en el interés de todos está dar prestigio á la autoridad secundando su pensamiento. No hay más remedio! Aquí estoy yo, republicano impenitente, de esos que asustan á las beatas y á los chiquillos, abogando por el principio de autoridad. ¡Si el mundo está desquiciado! Volvamos á la reunión de comerciantes. Ni una sola opinión se manifestó contraria á que el empréstito se realizase del modo aceptado por todos los demás gremios. Por consiguiente, faltaba tan sólo defender al de comerciantes importadores de las inculpaciones que injustamente se le había dirigido. El señor Colomé, con frase robusta, se encargó de esta defensa; y los concurrentes aplaudieron, y dando muestras de asentimiento. De manera que los comerciantes importadores se han manifestado tan buenos patriotas como siempre, y que no es voluntad lo que les faltaba; lo que es hajechado de menos es iniciativa. ¡Loado sea Dios! Ei empréstito se cubre! Y ahora, amigos mios, andemos de prisa, muy de prisa, para recuperar el tiempo que se ha perdido. La reunión, que tan buenos resultados produjo, se disolvió sin experimentar contratiempo alguno, no siendo el de haber hablado cinco veces el director dtLa Constancia. Juan Palomo. |
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