Fragmentos: revista mensual, Año 10, Núm. 117, Septiembre de 1961

              El hombre no tiene ningún derecho especial porque pertenezca a una raza u otra; dígase hombre y ya se dicen todos los derechos. — José Martí*
AÑO X NUM. 117 Septiembre 1961 •
"MAIMONIDES"
G y 21, Vedado Habana, Cuba •
Precio; $0.10 el número Suscripción anual; $1.20 Inscripto como correspondencia
Talleres;
Editorial “Caballero’' Calle 10 No. 358. Lawfcon Telf. 9-8138 •
Director:
Marco Pitch
S V ñ M IL N
Tirada: 3,000 ejemplares de segunda clase en la Administración de
Administrador: Rafael Gelmain Correos de La Habana
Exhibición Eichmann por Scklomo Schajar Nuestro corresponsal en Israel
Bajo el título de: “Asesinato en masa en nombre de la swástica”, por Rols Seeliger, periodista alemán, se publicó un artículo, que nos remitió nuestro corresponsal en Israel Schlomo Schajar, y que reproducimos a continuación:
Sucedió en una taberna de Munich. Saltaban sobre las mesas y exaltaban a Hitler, el cual, con roncos gritos y ademanes de loco, proclamaba la insurrección del año 1923. Saltaban y rendían homenaje al salvador de la Vaterland, quien después de “licenciarse” de la cárcel de Landsberg en 1925, anunciaba la fundación del partido nazi. “Las reservas espirituales del poder, gesticulaba, son voluntad de hierro, desafío heroico y obediencia ciega y a ellas tiende el Nacional Socialismo”. Gritaba sobre las cabezas de miles de sobreexcitados jayanes, en un ambiente lleno de humo de cigarro, hedor de cerveza, borrachera y locura. Era el principio del desastre, el principio del fin, así nació la más criminal de las guerras. Millones de fanatizados con “voluntad de hierro”, poseídos por “ciega obediencia”, siguieron a su Fuehrer al fondo del abismo. Principió en esa taberna y terminó en Auschwitz. Ahí, en Munich, en ese lugar de cita favorito de Hitler, se “celebra” hoy día una extraordinaria exhibición, donde más de quinientos documentos, fotos, afiches y momentos históricos sobre la persecución de los judíos v la barbarie de los doce años hitlerianos, están expuestos. El noventa por ciento del material fue reunido y coleccionado de entre los archivos de la relevante literatura de Alemania Occidental y otros países del Oeste. La recolección de tal material fue realizada por un comité independiente sin ninguna vinculación política y el trabajo duró varios meses. Colaboraron con el comité personas que fueron perseguidas por el régimen nazi, ya sea en el terreno racial, religioso o político; mas, también con ellos habían algunos de nuestros contemporáneos, convencidos que sólo una actitud imoarcial hacia el reciente pasado, podría servir como “válvula de escape” al nresente y al futuro de Alemania. La horrible prueba, escrita o ilustrada. estaba ahí expuesta en mesas especiales, oara eme nosotros, el pueblo alemán de hoy, sea confrontado con el fenómeno del Nacional
Socialismo y su horroroso record de culpa, un record que contiene once millones de inmolados, tremticinco millones de caídos y una suma de sufrimiento y tortura incalculable, imposible de expresar en números. Nuestros ojos recorren llenos de indescriptible terror, la “documentación panorámica” del desastre nazi, reunida en torno de Eichmann. Hay con el timbre de la S.S., otros documentos sobre la persecución de judíos, a raíz de la dominación nazi, en Francia, Grecia, Dinamarca; hay “anuncios” con los inhumanos decretos concernientes a la población judía en Europa Oriental. Hay fotos de campos de concentración, estadísticas mostrando “el uso económico de los cadáveres”. Aquí, ante nuestros ojos, está el testimonio de los experimentos médicos, los cuales fueron parte del “Programa de Euthanasia”, para la exterminación de judíos y otros grupos étnicos indeseables, llevado a cabo por médicos alemanes y patrocinado por firmas industriales (por ejemplo la I. G. Farben). En el medio del local, hay una urna de vidrio, con objetos “cedidos” por el museo de Auschwitz; un tubo original de Zyklon B., el gas venenoso con el cual millones de judíos fueron exterminados “económicamente” (el precio de un kilo del gas, era sólo cinco marcos). También aquí se exhiben largas trenzas de pelo de mujer, con el cual en esos días las fábricas textiles, a pedido de la S.S. manufacturaba “hair wool” (lana de cabello) para calcetines de las tripulaciones de los “U-boats”. Los ojos de colegiales de 14 ^a 15 años (primeros visitantes a esta exposición) se fijaban en esta urna, la cual mostraba el monstruoso pasado de su patria, y la siguiente fue la impresión escrita en el Libro de Visitas, por sus maestros: “Esto es profundamente decepcionante”. “La amarga verdad”, entonces y ahora (a la que Siegfred Einstein se refiere), es una obvia referencia a muchos altos funcionarios en el presente gobierno alemán, los cuales (Dr. Groebke entre ellos), desde luego, cuentan a su grueso haber, con la participación directa en todos esos diabólicos hechos, indignos siquiera de las bestias. A pesar de tode,la asistencia a la exposición fue tan numerosa que en varias ocasiones casi tuvo que cerrarse, debido a la extraordinaria congestión. Report°ros, estaciones de Radio y Televisión de casi todas y cada una de las ciudades europeas, han contratado la expo-