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El hombre no tiene ningún derecho especial porque pertenezca a una raza u otra; dígase hombre y ya se dicen todos los derechos. — José Martí. AÑO XI. NUM. 126 Junio de 1962 “MAIMONIDES” G y 21, Vedado Habana, Cuba • Precio; $0.10 el número Suscripción anual; $1.20 BENE BERITH REVISTA MENSUAL Tirada; 3,000 ejemplares Talleres; Editorial ‘'Caballero” Calle 10 No. 358, Lawtoa Telf. 9-8138 • Director: Marco Pitchon • Administrador: Lasker J. Steinberg Inscripto como correspondencia de segunda clase en la Administración de Correos de La Habana El átomo (de cómo “se anda” con él) De sobremesa. Ciencia. Continuamos el resumen de mi lectura de unos libritos sobre el átomo. Como hemos visto, el átomo tiene un núcleo; éste contiene protones, de electricidad positiva y generalmente también neutrones, sin carga eléctrica. Alrededor del núcleo giran, como los planetas alrededor del sol, los electrones, de electricidad negativa. Sabemos también que existen 92 elementos en la naturaleza, que han sido clasificados por sus pesos, de menor a mayor, de número (atómico) 1 al 92, y el hombre transmutando la materia, desintegrándola, ha creado unos nuevos elementos más. Lo |que determina las propiedades químicas y físicas del átomo son sus protones, de electricidad positiva y sus electrones, de electricidad negativa. Si varía el número de los mismos varían las propiedades del átomo, independientemente de los neutrones, que son neutros, que pueda tener; luego, la electricidad es reina y señora de la materia. Si, al desintegrar un átomo disminuyen o aumentan el número de protones y por consiguiente el de los electrones se convierte en otro elemento (de número atómico distinto) con diferentes propiedades químicas y físicas del átomo primitivo. Por ejemplo, al desintegrar el nitrógeno, de número atómico 7, se convierte en oxígeno que tiene el número 8. Veamos ahora, cómo se desintegra el átomo; Hay minerales que son radioactivos naturales, es decir que emiten partículas y ondas, rayos. Son generalmente los de elementos más pesados, como el Uranio, el radium y otros. Los átomos de esos minerales se desintegran espontáneamente al cabo de miles de años. Al desintegrarse lanzan partículas y ondas al aire y se convierten en átomos de propiedades químicas y físicas diferentes de las de los átomos primitivos. Pues bien, el hombre, lo que hace es provocar la desintegración y cambiar así las propiedades del átomo, unas veces para crear otros elementos para beneficio de la humanidad y otras veces, encaminándolo hacia la explosión, destruye vidas y bienes, provoca verdaderas catástrofes para desgracia y desdicha de la humanidad. Al principio, mediante un aparato sencillo, se descubrieron los electrones. Era como un cilindro de vidrio, en el que sa enrareció el aire, haciéndolo buen conductor. En uno de los extremos iba colocada una planchita metálica, que estaba conectada al polo negativo de una batería, el cátodo; y o£ra planchita a un lado del cilindro llevaba el polo positivo, el ánodo. Al funcionar el aparato se iluminaba el extremo opuesto al cátodo. Eran partículas, los electrones, emitidas por el cátodo, desprendidas por la planchuela, que iban a chocar, en haz, contra el fondo del aparato que producía la luminosidad. Luego se dieron cuenta de una radiación, en la parte lumínica del aparato, que eran ondas y las llamaron “rayos X”. Al darse cuenta que hay minerales que emiten espontáneamente radiaciones, radioactividad las llamó Mme. María Curie, se estudiaron estas radiaciones, se las clasificó así Alfa, de electricidad positiva: Beta, de electricidad negativa, ambas de orden corpuscular, de masa, y gama, simples ondas, inmateriales, como las de la luz (con la misma velocidad de éstas, de 300 mil kilómetros por segundo). Para bombardear el átomo se empezó usando unos aparatos sencillos, que fueron perfeccionándose, hasta llegar a las instalaciones poderosas que se conocen con el nombre de ciclotrón. La fuente de energía para esos trabajos es siempre la electricidad, de poderosos generadores, por ejemplo de 16 millones de volts. Al principio se bombardeaba el átomo con partículas alfa, que son núcleos de los átomos de helio, No. 2 de la tabla; tienen dos protones y dos neutrones. “35 mil millones de átomos se desintegran por segundo en un gramo de radio, constituyendo éste así una inmejorable fuente de partículas alfa para experimentos de transmutación,,, dice el librito. Luego se bombardeó con neutrones, que son la unión de un protón y un electrón; no tienen carga eléctrica y por ese motivo se mueven con más libertad, no encuentran resistencia. Parece que actualmente se bombardea el átomo con deutorenos, compuestos de un protón y un neutrón. Bombardear el átomo, es hacerlo contra una sustancia, por ejemplo, el Uranio 235, que libera una fantástica energía explosiva y emite partículas y ondas radioactivas, de donde se deriva la bomba atómica. Se crean altísimas temperaturas de varias decenas de millones de grados.
Object Description
Title | Fragmentos: revista mensual, Año 11, Núm. 126, Junio de 1962 |
Variant Title | Fragmentos |
Note | Caption title |
Subject |
Jews -- Cuba -- Periodicals Cuba -- 20th century -- Periodicals Cuba -- Social life and customs -- Periodicals |
Genre | Periodicals |
Publisher | Maimonides |
Publication Date | 1962-06 |
Publication Place | Havana (Cuba) |
Coverage Temporal | 1960-1969 |
Coverage Spatial | Cuba |
Language | spa |
Repository | University of Miami. Library. Cuban Heritage Collection |
Collection Title | CHC Periodicals |
Collection No. | CHC9998 |
Call Number | F1789.J4 F73 v.11:121-v.13:151/153 (Jan 1962-Jul/Sep 1964) |
OCLC No. | 782121669 |
Rights | This material is protected by copyright. Copyright is held by the creator. For additional information, please visit: http://merrick.library.miami.edu/digitalprojects/copyright.html |
Standardized Rights Statement | http://rightsstatements.org/vocab/InC/1.0/ |
Object ID | chc9998000304 |
Type | Text |
Description
Title | Page 1 |
Object ID | chc9998000304 |
Digital ID | chc99980003040001001 |
Full Text | El hombre no tiene ningún derecho especial porque pertenezca a una raza u otra; dígase hombre y ya se dicen todos los derechos. — José Martí. AÑO XI. NUM. 126 Junio de 1962 “MAIMONIDES” G y 21, Vedado Habana, Cuba • Precio; $0.10 el número Suscripción anual; $1.20 BENE BERITH REVISTA MENSUAL Tirada; 3,000 ejemplares Talleres; Editorial ‘'Caballero” Calle 10 No. 358, Lawtoa Telf. 9-8138 • Director: Marco Pitchon • Administrador: Lasker J. Steinberg Inscripto como correspondencia de segunda clase en la Administración de Correos de La Habana El átomo (de cómo “se anda” con él) De sobremesa. Ciencia. Continuamos el resumen de mi lectura de unos libritos sobre el átomo. Como hemos visto, el átomo tiene un núcleo; éste contiene protones, de electricidad positiva y generalmente también neutrones, sin carga eléctrica. Alrededor del núcleo giran, como los planetas alrededor del sol, los electrones, de electricidad negativa. Sabemos también que existen 92 elementos en la naturaleza, que han sido clasificados por sus pesos, de menor a mayor, de número (atómico) 1 al 92, y el hombre transmutando la materia, desintegrándola, ha creado unos nuevos elementos más. Lo |que determina las propiedades químicas y físicas del átomo son sus protones, de electricidad positiva y sus electrones, de electricidad negativa. Si varía el número de los mismos varían las propiedades del átomo, independientemente de los neutrones, que son neutros, que pueda tener; luego, la electricidad es reina y señora de la materia. Si, al desintegrar un átomo disminuyen o aumentan el número de protones y por consiguiente el de los electrones se convierte en otro elemento (de número atómico distinto) con diferentes propiedades químicas y físicas del átomo primitivo. Por ejemplo, al desintegrar el nitrógeno, de número atómico 7, se convierte en oxígeno que tiene el número 8. Veamos ahora, cómo se desintegra el átomo; Hay minerales que son radioactivos naturales, es decir que emiten partículas y ondas, rayos. Son generalmente los de elementos más pesados, como el Uranio, el radium y otros. Los átomos de esos minerales se desintegran espontáneamente al cabo de miles de años. Al desintegrarse lanzan partículas y ondas al aire y se convierten en átomos de propiedades químicas y físicas diferentes de las de los átomos primitivos. Pues bien, el hombre, lo que hace es provocar la desintegración y cambiar así las propiedades del átomo, unas veces para crear otros elementos para beneficio de la humanidad y otras veces, encaminándolo hacia la explosión, destruye vidas y bienes, provoca verdaderas catástrofes para desgracia y desdicha de la humanidad. Al principio, mediante un aparato sencillo, se descubrieron los electrones. Era como un cilindro de vidrio, en el que sa enrareció el aire, haciéndolo buen conductor. En uno de los extremos iba colocada una planchita metálica, que estaba conectada al polo negativo de una batería, el cátodo; y o£ra planchita a un lado del cilindro llevaba el polo positivo, el ánodo. Al funcionar el aparato se iluminaba el extremo opuesto al cátodo. Eran partículas, los electrones, emitidas por el cátodo, desprendidas por la planchuela, que iban a chocar, en haz, contra el fondo del aparato que producía la luminosidad. Luego se dieron cuenta de una radiación, en la parte lumínica del aparato, que eran ondas y las llamaron “rayos X”. Al darse cuenta que hay minerales que emiten espontáneamente radiaciones, radioactividad las llamó Mme. María Curie, se estudiaron estas radiaciones, se las clasificó así Alfa, de electricidad positiva: Beta, de electricidad negativa, ambas de orden corpuscular, de masa, y gama, simples ondas, inmateriales, como las de la luz (con la misma velocidad de éstas, de 300 mil kilómetros por segundo). Para bombardear el átomo se empezó usando unos aparatos sencillos, que fueron perfeccionándose, hasta llegar a las instalaciones poderosas que se conocen con el nombre de ciclotrón. La fuente de energía para esos trabajos es siempre la electricidad, de poderosos generadores, por ejemplo de 16 millones de volts. Al principio se bombardeaba el átomo con partículas alfa, que son núcleos de los átomos de helio, No. 2 de la tabla; tienen dos protones y dos neutrones. “35 mil millones de átomos se desintegran por segundo en un gramo de radio, constituyendo éste así una inmejorable fuente de partículas alfa para experimentos de transmutación,,, dice el librito. Luego se bombardeó con neutrones, que son la unión de un protón y un electrón; no tienen carga eléctrica y por ese motivo se mueven con más libertad, no encuentran resistencia. Parece que actualmente se bombardea el átomo con deutorenos, compuestos de un protón y un neutrón. Bombardear el átomo, es hacerlo contra una sustancia, por ejemplo, el Uranio 235, que libera una fantástica energía explosiva y emite partículas y ondas radioactivas, de donde se deriva la bomba atómica. Se crean altísimas temperaturas de varias decenas de millones de grados. |
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