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El hombre no tiene ningún derecho especial porque pertenezca a una raza u otra; dígase hombre y ya se dicen todos los derechos. — José Marti» AÑO XI NUM. 128 Agosto de 1962 • “MAIMONIDES" G y 21, Vedado Habana, Cuba • Precio: $0.10 el número Suscripción anual: $1.20 SENE IEBITH FRAGMENTOS REVISTA MENSUAL Tirada: 3,000 ejemplares Talleres: Editorial “Caballero" Calle 10 No. 358, Lawtoa Telf. 9-8138 • Director: Marco Pitchon • Administrador: Lasker J. Steinberg Inscripto como correspondencia de segunda ciase en la Administración de Correos de La Habana En (odas partes la llaman "Madam” por Sli!orno Schajar (nuestro corresponsal en Israel) Nubes de polvo se levantan en la senda quemante por el calor del jazmín. Madam Bar-Levy deja el mantel y los cubiertos y se dirige hacia la puerta de su cottage. Desde lejos ve a las numerosas mujeres de la aldea que salen de sus casas en dirección a la “sala de instrucción", Madam está parada en el umbral como una lady de tiempos ya idos; cubre su cabeza un sombrero de paja de anchas alas, resaltando en su cara tostada unos anteojos de gruesos lentes. Quien la observa puede comprender cómo fue que le endosaron ese nombre de “Madam”. No solo las mujeres recién emigradas, que estaban ya acostumbradas a ese apelativo, la llaman así, sino que en la oficina o agenéia de empleos, en el concilio de mujeres y también en la aldea donde vive, en todas partes la llaman “Madam“. Hace ya once años que “Madam“ Bar-Levy dirige la Sala de instrucción de EinSarid. Ella misma es madre de siete hijos; dos hijas casadas quedaron en Iraq y 5 hijos vinieron con ella. En Teherán, su ciudad natal, era maestra de labores de mano, y aquí, cuando se presentaron unos cuantos problemas sociales, se transformó en instructora y guía. Once años atrás vivían miles de familias en casas de latón y trapo y las instituciones Encargadas del acomodo de los “Olim“ (inmigrantes); no pensaban más que en una sola cosa: encontrar casa y ocupación para esas familias. Mucha fue la alegría cuando a pesar de ello, lograron traer 160 familias más (unas 750 almas). Nadie se preguntó si “Olim” de Marakesh, Estambul y Teherán, dueños de viejísima tradición y costumbres distintas podrían adaptarse y medrar en ese lugar. Si podrían levantar granjas y jardines floridos, como sus vecinos de Tel-Mond, o si los niños progresarían en la escuela, o en general ¿cómo se sentirían estos pequeños trasplantados, sucios, desgreñados y harapientos? Los “grandes“ se aclimataron muy pronto al trabajo productivo; aprendieron ibrit y también sistemas de cultivo de sus vecinos; pero ¿qué valor tenían estos avances, si en casa los esperaba una mujer falta de toda preparación para la vida moderna, con su cocina primitiva, sin la menor idea de los alimentos apropiados a nuestro clima, y criando niños enclenques y enfermizos? Los po-brecillos no se sentían seguros; les faltaba la alegría de vivir propia de los niños ya antiguos. ¿Y cómo no había de ser así, si ellos eran tan diferentes en el vestir y manera de ser? Tal estado de cosas creó el pernicioso ambiente del aislamiento: los niños evitaban invitar a sus compañeros a sus casas, por vergüenza de sus madres y hogares. Los sociólogos se rompían la cabeza con estos tremendos problemas y así fue cómo nació la idea de crear “escuelas de instrucción” para las mujeres, saltando Madam Bar-Levy a la escena, como su maestra y guía. Cuatro veces por semana abre ella su escuelilla por unas cuantas horas y ésta atrae a las féminas pese al calor o al frío. Así aprenden nuevas formas de lavar, cocinar, coser, labores de mano y remiendo de vestidos. Lo aprendido lo aplican en sus casas y hoy día se ve en todas ellas los efectos maravillosos de las enseñanzas de Madam: teteras brillantes hirviendo sobre anafes a parafina, manteles sobre las mesas (las cuales sólo en Israel aprendieron a usar), maceteros con flores, lámparas eléctricas con pantallas obra de sus manos, etc. También ibrit aprendieron en la escuela, pero esto es ya “harina de otro costal“; a una edad avanzada, en medio de trabajo pesado y constante, es difícil captar las lecciones y el progreso es lento, lleno de obstáculos. Mas, con todo, la infatigable y valiente Madam Bar-Levy confía en que llegará el día en que también a eso podrá sobreponerse. Nota:—El presente artículo representa solo un ejemplo de los problemas sin fin que Israel tiene que resolver, en orden de adaptar a sus tierras y condiciones de vida, gentes de la más heterogénea composición y categoría, gentes de todas partes del mundo, que vienen a la tierra prometida sin los más elementales principios de la civilización moderna, muchas veces analfabetos, teniendo así que empezar con ellos desde el mismo A, B, C. y continuar con cambiar sus hábitos (arraigados por generaciones) y hasta sus vestidos. • Sesión: Bené Berith celebró su sesión mensual el (segundo) Domingo 8 de Julio ppdo. Se informó que se celebrará, en Agosto 1962, en Israel, una Conferencia Mundial Hebrea sobre Educación. • Carta de una abuela a su nieta en el extranjero. .. Bueno, mi querida nieta, creo que me salió está carta sin ningún iermoncitó, que ? ep. realidad no son sermones, son consejos de per- — O”
Object Description
Title | Fragmentos: revista mensual, Año 11, Núm. 128, Agosto de 1962 |
Variant Title | Fragmentos |
Note | Caption title |
Subject |
Jews -- Cuba -- Periodicals Cuba -- 20th century -- Periodicals Cuba -- Social life and customs -- Periodicals |
Genre | Periodicals |
Publisher | Maimonides |
Publication Date | 1962-08 |
Publication Place | Havana (Cuba) |
Coverage Temporal | 1960-1969 |
Coverage Spatial | Cuba |
Language | spa |
Repository | University of Miami. Library. Cuban Heritage Collection |
Collection Title | CHC Periodicals |
Collection No. | CHC9998 |
Call Number | F1789.J4 F73 v.11:121-v.13:151/153 (Jan 1962-Jul/Sep 1964) |
OCLC No. | 782121669 |
Rights | This material is protected by copyright. Copyright is held by the creator. For additional information, please visit: http://merrick.library.miami.edu/digitalprojects/copyright.html |
Standardized Rights Statement | http://rightsstatements.org/vocab/InC/1.0/ |
Object ID | chc9998000306 |
Type | Text |
Description
Title | Page 1 |
Object ID | chc9998000306 |
Digital ID | chc99980003060001001 |
Full Text | El hombre no tiene ningún derecho especial porque pertenezca a una raza u otra; dígase hombre y ya se dicen todos los derechos. — José Marti» AÑO XI NUM. 128 Agosto de 1962 • “MAIMONIDES" G y 21, Vedado Habana, Cuba • Precio: $0.10 el número Suscripción anual: $1.20 SENE IEBITH FRAGMENTOS REVISTA MENSUAL Tirada: 3,000 ejemplares Talleres: Editorial “Caballero" Calle 10 No. 358, Lawtoa Telf. 9-8138 • Director: Marco Pitchon • Administrador: Lasker J. Steinberg Inscripto como correspondencia de segunda ciase en la Administración de Correos de La Habana En (odas partes la llaman "Madam” por Sli!orno Schajar (nuestro corresponsal en Israel) Nubes de polvo se levantan en la senda quemante por el calor del jazmín. Madam Bar-Levy deja el mantel y los cubiertos y se dirige hacia la puerta de su cottage. Desde lejos ve a las numerosas mujeres de la aldea que salen de sus casas en dirección a la “sala de instrucción", Madam está parada en el umbral como una lady de tiempos ya idos; cubre su cabeza un sombrero de paja de anchas alas, resaltando en su cara tostada unos anteojos de gruesos lentes. Quien la observa puede comprender cómo fue que le endosaron ese nombre de “Madam”. No solo las mujeres recién emigradas, que estaban ya acostumbradas a ese apelativo, la llaman así, sino que en la oficina o agenéia de empleos, en el concilio de mujeres y también en la aldea donde vive, en todas partes la llaman “Madam“. Hace ya once años que “Madam“ Bar-Levy dirige la Sala de instrucción de EinSarid. Ella misma es madre de siete hijos; dos hijas casadas quedaron en Iraq y 5 hijos vinieron con ella. En Teherán, su ciudad natal, era maestra de labores de mano, y aquí, cuando se presentaron unos cuantos problemas sociales, se transformó en instructora y guía. Once años atrás vivían miles de familias en casas de latón y trapo y las instituciones Encargadas del acomodo de los “Olim“ (inmigrantes); no pensaban más que en una sola cosa: encontrar casa y ocupación para esas familias. Mucha fue la alegría cuando a pesar de ello, lograron traer 160 familias más (unas 750 almas). Nadie se preguntó si “Olim” de Marakesh, Estambul y Teherán, dueños de viejísima tradición y costumbres distintas podrían adaptarse y medrar en ese lugar. Si podrían levantar granjas y jardines floridos, como sus vecinos de Tel-Mond, o si los niños progresarían en la escuela, o en general ¿cómo se sentirían estos pequeños trasplantados, sucios, desgreñados y harapientos? Los “grandes“ se aclimataron muy pronto al trabajo productivo; aprendieron ibrit y también sistemas de cultivo de sus vecinos; pero ¿qué valor tenían estos avances, si en casa los esperaba una mujer falta de toda preparación para la vida moderna, con su cocina primitiva, sin la menor idea de los alimentos apropiados a nuestro clima, y criando niños enclenques y enfermizos? Los po-brecillos no se sentían seguros; les faltaba la alegría de vivir propia de los niños ya antiguos. ¿Y cómo no había de ser así, si ellos eran tan diferentes en el vestir y manera de ser? Tal estado de cosas creó el pernicioso ambiente del aislamiento: los niños evitaban invitar a sus compañeros a sus casas, por vergüenza de sus madres y hogares. Los sociólogos se rompían la cabeza con estos tremendos problemas y así fue cómo nació la idea de crear “escuelas de instrucción” para las mujeres, saltando Madam Bar-Levy a la escena, como su maestra y guía. Cuatro veces por semana abre ella su escuelilla por unas cuantas horas y ésta atrae a las féminas pese al calor o al frío. Así aprenden nuevas formas de lavar, cocinar, coser, labores de mano y remiendo de vestidos. Lo aprendido lo aplican en sus casas y hoy día se ve en todas ellas los efectos maravillosos de las enseñanzas de Madam: teteras brillantes hirviendo sobre anafes a parafina, manteles sobre las mesas (las cuales sólo en Israel aprendieron a usar), maceteros con flores, lámparas eléctricas con pantallas obra de sus manos, etc. También ibrit aprendieron en la escuela, pero esto es ya “harina de otro costal“; a una edad avanzada, en medio de trabajo pesado y constante, es difícil captar las lecciones y el progreso es lento, lleno de obstáculos. Mas, con todo, la infatigable y valiente Madam Bar-Levy confía en que llegará el día en que también a eso podrá sobreponerse. Nota:—El presente artículo representa solo un ejemplo de los problemas sin fin que Israel tiene que resolver, en orden de adaptar a sus tierras y condiciones de vida, gentes de la más heterogénea composición y categoría, gentes de todas partes del mundo, que vienen a la tierra prometida sin los más elementales principios de la civilización moderna, muchas veces analfabetos, teniendo así que empezar con ellos desde el mismo A, B, C. y continuar con cambiar sus hábitos (arraigados por generaciones) y hasta sus vestidos. • Sesión: Bené Berith celebró su sesión mensual el (segundo) Domingo 8 de Julio ppdo. Se informó que se celebrará, en Agosto 1962, en Israel, una Conferencia Mundial Hebrea sobre Educación. • Carta de una abuela a su nieta en el extranjero. .. Bueno, mi querida nieta, creo que me salió está carta sin ningún iermoncitó, que ? ep. realidad no son sermones, son consejos de per- — O” |
Archive | chc99980003060001001.tif |
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