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Ano 1, Num. 38. PRECIOS DEIA SUSCRICION. Un peso mensual en la Habana. V 10 KS. FUERTES EN EL INTERIOR. REDACCION. CALLE DELAGUACATE.NUM 58, a donde se dirigiran las comunicaciones y reclamaciones. Este periodicollevara siempre ungra- bado en el frontispicio y publicara en cada numero una magnifica lamina lito- grafiada representando cuadros de eostumbres, escenas de interes local, caricaturas historicas, 6 histories en caricatura, figurones, figurines y cuanto para agradar al publico pueda imaginar el ha- bil artista encargadode esta tarea. Tain - bien cuando el asunto lo requiera se in- tercalaran en el texto preciosas vinetas que contribuiran a amenizar la lectura, y por ultimo, cuadros aloieo y e stntuas de marmol dariamos tambien por nuestro gusto si la pintura y la piedra se estila- ran en esta clase de pubiicaciones y el papel pudiera soportarlas. DOMMGO 2 DE MAYO DE 1858. Num. suelto, 3 rs. fs. ESTE PERIODICO SE PUBLICA TODOSLOS DOMINGOS CON GRABADOS La administracion est& en lamisma casa DE LA REDACCION. Puntos de suscricion. En la Habana.—Dulceria La Dominica. Imprenta de M. Soler, calle de la Muralla num. 82. Libreria de Charlain, calle del Obispo: El Telescopio, calie del Obispo: Libreria del Iris, calle del Obispo: Tienda de ropas: El paseo, calle de Aguiar: Casa de bafios de D. A. P. Cas= till a, calle del Iuquisidor num. 26, yen la Redaccion, calle del Aguacate numero 58. Estramuros.—Dulceria del Teatro de Tacon: y en la Imprenta de la viuda e hijos de Barcina, Reina 6. PER10BIOOLITERARIO, JOCG-SERIO Y CASI SEMT1MEWTAL, muy prodigo de bromas pero no pesadas, y de cuentos, pero no de chismes, muy abundante de satiras, CARICATURAS Y OTRAS COSAS CAPACES DE ARRANCAR LAGRIMAS A UNA VIDRIERA, D1B1GIDQ FOB D. J. M. VILLERGAS. u in. u mn y ei un. II LA MUJER. Dios nie libre de calumniar k la mujer, y I libreme tambien de favorecerla hasta tal punto j que el retrato no se parezca ni remotamente al origiijal. Un mozalvete de veinte anos, ena- I morado y correspondido por una mujerde vein- | tidos, es decir, por una mujer que sabe de los ! tres enemigos del alma un millon de veces j mas que el, diria que la mujer es la mas pura, i la mas bella, la mas sublime de todas la,s crea- j ciones, y sacaria del cielo los angeles para po- nerla en su lugar. Un hombre de treinta anos cumplidos, que debe haber sufrido diez desen- ganos cuando menos, cuyo corazon encierra fuego y brota sangre, cuya imaginacion ar- diente conserva un a« historia de sensaciones agradables y dolorosas, las ultimas en mayor numero, pero todas vivas y ardientes, dira que la mujer, formada para genio del bien, es uno de los angeles caidos, genio del mal, que se entretiene en atormentar el corazon del hombre, como el anatomico al animal para estudiar sus convulsiones. Un hombre de cuarenta anos, frio, gastado, desenganado y egoista, dira, eon una sonrisa desdenosa, que la muger es el mas caro de todos los juguetes, pero un juguete nada mas. Un viejo de sesenta anos, que ha olvidado ya sus desenganos y, para tormento, recuerda los placeres que no ha de volver a gozar, sostendra que en la mujer se encuentra lo mas sublime de los gozes, y ha- blara, poco mas 6 menos, como el mancebo enamorado. Y no se crea que para oir las cuatro calificaciones mencionadas sera indispensable buscar cuatro hombres diferentes, basta- ra oir a uno mismo en las cuatro distintas edades, porque las creencias se modiflcan y se S cambian, y el hombre, sin parar nunca mien- |j tes en las contradicciones en que incurre, sos- tiene como un axioma lo que halaga su vani- dad, supreocupacion 6 su dolor. El que ha escrito las anteriores lfneas ^ten- dra la osadia de calificar a la mujer? Para que j intentara tal empresa seria preciso que abri- j gase la absurda preocupacion de que todas las I mujeres son iguales 6 singularmente parecidas. j No abrigo semejante creencia y no incurrire j en tal absurdo. Yo se que no hay en el man- j do dos entes, ni aun dos objetos, completamen- j te iguales; que las hojas de los arboles se di- j ferencian entre si y que las mujeres se dife- rencian muchfsimo mas que las hojas. Si son j distintas en sus cualidades esteriores no lo son j menos en los sentimientos que las dominan, y entre el mundo fisico y el moral existen afini- dades misteriosas que dificilmente se adivinan, que confusamentese comprenden, y que pocas veces se esplican. La raza, el nacimiento, la educacion, el estado, la edad y los accidentes \ de la vida, son circunstancias qne contribuyen '[ poderosamente a la formacion, desarrollo y mo- dificacionesde la sensibilidad y la inteligencia; y del mismo modo que el ejercicio, y aun el trabajo, desarrolla las fuerzas ftsicas, la combi- nada accion del sentimiento y la inteligencia ; desarrolla las fuerzas morales; pero tambien, asi como la demasiada fatiga fisica postra y de- bilita y una prolongada inaccion enternece, la constante fatiga moral destruye y el constante sopor embota. Reducir las dos mitad es del linage humano a dos solas individualidades, a dos tipos, equivale a borrar de una sola plu- mada el libre aibedrio, ese quid, divinum que ha puesto Dios en la. obra hecha a su imagen y semejanza; esa conecsion estraordinaria que ha hecho la criatura la omni sapientia de su criador. Comparar la esclava de Oriente, la mujer que aparece solo como una recompensa antici- pada, como un pasatiempo entregado a los ere- yentes de una religion sensuahsta, con la se fiora del mediodia, con la companera que da. al hombre la doctrina del cristianismo, serfa una aberracion de la inteligencia y una profa- nacion hist6rica. Las distintas civilizaciones que han luchado, sucumbido y vencido, que han producido diferentes estados sociales y cambiado hasta cierto punto la naturaleza de los pueblos, no han podido dejar de influir en la parte mas civilizadora del linaje humano, y han ido legando a los sigios esa serie de mujeres hist6ricas. quedescuellan entre las demas y permiten que se haga a conciencia el estudio de la muger. La primera mujer historica, primera tambien de la humanidad, fue Eva: y a fe que tiene una signification inmensa bajo el sentido filosofico. Eva, arrancada del cuerpo de Adan, el primer hombre, carne de su carne y hueso de sus huesos, demuestra en su origen la identidad de naturaleza, y que, como hecha del mismo barro, debe tener los mismos sentimientos que el hombre. Eva, colocada bajo la autoridad de su esposo, demuestra tambien que el estado social de la mujer habia de ser distinto que el del hombre, y que no podria tener jamas el mando legal de la familia. Eva. comiendo la fatal manzana, prueba que conser- vaba su libre aibedrio, y comiendola para ad- quirir la ciencia del bien y del mal, demuestra la tendencia de su sexo k no conformarse con la limitacion que habia de imponer la sociedad al uso de sus facultades morales, y, atendien- do mas k los brillantes ensuenos de su escita- da imaginacion que a los preceptos que Dios la habia impuesto y que debian ser su criterio, demuestra tambien que en la mujer debia pre- dominar la imaginacion sobre el juicio. Eva, seduciendo a Adan para que comiera a su vez la nefanda fruta, trazo a sus hijas la senda que debian seguir para realizar sus deseos; demos- trandolas que la maila domina casi siempre k la fuerza, y que por persuaeion y no por fuerza debe inrluir la mujer en el seno de la familia. Eva, final mente, en amistosas relaeiones con el diablo, adquiri6 esa astucia sutil, esa refinada hipocresia que no ha perdido la mu- t
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Title | Page 1 |
Object ID | chc9998000156 |
Digital ID | chc99980001560001001 |
Full Text | Ano 1, Num. 38. PRECIOS DEIA SUSCRICION. Un peso mensual en la Habana. V 10 KS. FUERTES EN EL INTERIOR. REDACCION. CALLE DELAGUACATE.NUM 58, a donde se dirigiran las comunicaciones y reclamaciones. Este periodicollevara siempre ungra- bado en el frontispicio y publicara en cada numero una magnifica lamina lito- grafiada representando cuadros de eostumbres, escenas de interes local, caricaturas historicas, 6 histories en caricatura, figurones, figurines y cuanto para agradar al publico pueda imaginar el ha- bil artista encargadode esta tarea. Tain - bien cuando el asunto lo requiera se in- tercalaran en el texto preciosas vinetas que contribuiran a amenizar la lectura, y por ultimo, cuadros aloieo y e stntuas de marmol dariamos tambien por nuestro gusto si la pintura y la piedra se estila- ran en esta clase de pubiicaciones y el papel pudiera soportarlas. DOMMGO 2 DE MAYO DE 1858. Num. suelto, 3 rs. fs. ESTE PERIODICO SE PUBLICA TODOSLOS DOMINGOS CON GRABADOS La administracion est& en lamisma casa DE LA REDACCION. Puntos de suscricion. En la Habana.—Dulceria La Dominica. Imprenta de M. Soler, calle de la Muralla num. 82. Libreria de Charlain, calle del Obispo: El Telescopio, calie del Obispo: Libreria del Iris, calle del Obispo: Tienda de ropas: El paseo, calle de Aguiar: Casa de bafios de D. A. P. Cas= till a, calle del Iuquisidor num. 26, yen la Redaccion, calle del Aguacate numero 58. Estramuros.—Dulceria del Teatro de Tacon: y en la Imprenta de la viuda e hijos de Barcina, Reina 6. PER10BIOOLITERARIO, JOCG-SERIO Y CASI SEMT1MEWTAL, muy prodigo de bromas pero no pesadas, y de cuentos, pero no de chismes, muy abundante de satiras, CARICATURAS Y OTRAS COSAS CAPACES DE ARRANCAR LAGRIMAS A UNA VIDRIERA, D1B1GIDQ FOB D. J. M. VILLERGAS. u in. u mn y ei un. II LA MUJER. Dios nie libre de calumniar k la mujer, y I libreme tambien de favorecerla hasta tal punto j que el retrato no se parezca ni remotamente al origiijal. Un mozalvete de veinte anos, ena- I morado y correspondido por una mujerde vein- | tidos, es decir, por una mujer que sabe de los ! tres enemigos del alma un millon de veces j mas que el, diria que la mujer es la mas pura, i la mas bella, la mas sublime de todas la,s crea- j ciones, y sacaria del cielo los angeles para po- nerla en su lugar. Un hombre de treinta anos cumplidos, que debe haber sufrido diez desen- ganos cuando menos, cuyo corazon encierra fuego y brota sangre, cuya imaginacion ar- diente conserva un a« historia de sensaciones agradables y dolorosas, las ultimas en mayor numero, pero todas vivas y ardientes, dira que la mujer, formada para genio del bien, es uno de los angeles caidos, genio del mal, que se entretiene en atormentar el corazon del hombre, como el anatomico al animal para estudiar sus convulsiones. Un hombre de cuarenta anos, frio, gastado, desenganado y egoista, dira, eon una sonrisa desdenosa, que la muger es el mas caro de todos los juguetes, pero un juguete nada mas. Un viejo de sesenta anos, que ha olvidado ya sus desenganos y, para tormento, recuerda los placeres que no ha de volver a gozar, sostendra que en la mujer se encuentra lo mas sublime de los gozes, y ha- blara, poco mas 6 menos, como el mancebo enamorado. Y no se crea que para oir las cuatro calificaciones mencionadas sera indispensable buscar cuatro hombres diferentes, basta- ra oir a uno mismo en las cuatro distintas edades, porque las creencias se modiflcan y se S cambian, y el hombre, sin parar nunca mien- |j tes en las contradicciones en que incurre, sos- tiene como un axioma lo que halaga su vani- dad, supreocupacion 6 su dolor. El que ha escrito las anteriores lfneas ^ten- dra la osadia de calificar a la mujer? Para que j intentara tal empresa seria preciso que abri- j gase la absurda preocupacion de que todas las I mujeres son iguales 6 singularmente parecidas. j No abrigo semejante creencia y no incurrire j en tal absurdo. Yo se que no hay en el man- j do dos entes, ni aun dos objetos, completamen- j te iguales; que las hojas de los arboles se di- j ferencian entre si y que las mujeres se dife- rencian muchfsimo mas que las hojas. Si son j distintas en sus cualidades esteriores no lo son j menos en los sentimientos que las dominan, y entre el mundo fisico y el moral existen afini- dades misteriosas que dificilmente se adivinan, que confusamentese comprenden, y que pocas veces se esplican. La raza, el nacimiento, la educacion, el estado, la edad y los accidentes \ de la vida, son circunstancias qne contribuyen '[ poderosamente a la formacion, desarrollo y mo- dificacionesde la sensibilidad y la inteligencia; y del mismo modo que el ejercicio, y aun el trabajo, desarrolla las fuerzas ftsicas, la combi- nada accion del sentimiento y la inteligencia ; desarrolla las fuerzas morales; pero tambien, asi como la demasiada fatiga fisica postra y de- bilita y una prolongada inaccion enternece, la constante fatiga moral destruye y el constante sopor embota. Reducir las dos mitad es del linage humano a dos solas individualidades, a dos tipos, equivale a borrar de una sola plu- mada el libre aibedrio, ese quid, divinum que ha puesto Dios en la. obra hecha a su imagen y semejanza; esa conecsion estraordinaria que ha hecho la criatura la omni sapientia de su criador. Comparar la esclava de Oriente, la mujer que aparece solo como una recompensa antici- pada, como un pasatiempo entregado a los ere- yentes de una religion sensuahsta, con la se fiora del mediodia, con la companera que da. al hombre la doctrina del cristianismo, serfa una aberracion de la inteligencia y una profa- nacion hist6rica. Las distintas civilizaciones que han luchado, sucumbido y vencido, que han producido diferentes estados sociales y cambiado hasta cierto punto la naturaleza de los pueblos, no han podido dejar de influir en la parte mas civilizadora del linaje humano, y han ido legando a los sigios esa serie de mujeres hist6ricas. quedescuellan entre las demas y permiten que se haga a conciencia el estudio de la muger. La primera mujer historica, primera tambien de la humanidad, fue Eva: y a fe que tiene una signification inmensa bajo el sentido filosofico. Eva, arrancada del cuerpo de Adan, el primer hombre, carne de su carne y hueso de sus huesos, demuestra en su origen la identidad de naturaleza, y que, como hecha del mismo barro, debe tener los mismos sentimientos que el hombre. Eva, colocada bajo la autoridad de su esposo, demuestra tambien que el estado social de la mujer habia de ser distinto que el del hombre, y que no podria tener jamas el mando legal de la familia. Eva. comiendo la fatal manzana, prueba que conser- vaba su libre aibedrio, y comiendola para ad- quirir la ciencia del bien y del mal, demuestra la tendencia de su sexo k no conformarse con la limitacion que habia de imponer la sociedad al uso de sus facultades morales, y, atendien- do mas k los brillantes ensuenos de su escita- da imaginacion que a los preceptos que Dios la habia impuesto y que debian ser su criterio, demuestra tambien que en la mujer debia pre- dominar la imaginacion sobre el juicio. Eva, seduciendo a Adan para que comiera a su vez la nefanda fruta, trazo a sus hijas la senda que debian seguir para realizar sus deseos; demos- trandolas que la maila domina casi siempre k la fuerza, y que por persuaeion y no por fuerza debe inrluir la mujer en el seno de la familia. Eva, final mente, en amistosas relaeiones con el diablo, adquiri6 esa astucia sutil, esa refinada hipocresia que no ha perdido la mu- t |
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